8 claves de decoración para la habitación del bebé

Decorar la habitación del bebé es uno de las trabajos más especiales que realizan los papás mientras esperan a su pequeño, pues imaginar al retoño creciendo en ese lugar los inunda de felicidad.

Y, aunque cada pareja comienza a preparar la habitación con un tiempo determinado, hay que tener en cuenta que es preciso organizarse para que, cuando el bebé llegue a casa, ya esté todo listo. Conozcamos los ocho aspectos básicos para la decoración de la habitación del bebé.

Cómo decorar la habitación del bebé

1. Elegir qué habitación será la del bebé

Normalmente, es fácil determinar cuál de las estancias de la casa será el cuarto del bebé, bien porque el número de dormitorios es limitado o porque desde el principio se destinó a ello.

• Sin embargo, sea cual sea el criterio establecido para seleccionarla, la habitación del bebé debe estar cerca del dormitorio de los papás.
• Además, el tamaño de la habitación tiene que ser correcto, para que el pequeño pueda permanecer en ella muchos años sin tener que hacer cambios estructurales.

2. Estilo de la habitación del bebé

Una vez que se ha decidido cuál será el lugar de la casa que pertenecerá al pequeño, hay que comenzar a estudiar qué estilo se le dará: provenzal, romántico, clásico, moderno, alegre, vintage, deportivo… ¿Cuál encajará mejor con el bebé?

• A partir de aquí, puedes empezar a mirar el mobiliario básico para la habitación del bebé: la cuna, el clóset y el cambiador. Con estos tres muebles, tienes lo necesario para cubrir sus necesidades (dormir, vestirlo y cambiarlo).
• Más adelante, puedes adquirir otros elementos para la habitación del bebé, como un baúl para guardar sus juguetes o una mesita y una silla para cuando empiece a dibujar.

3. Elegir el color de las paredes

En relación con los colores de la habitación, estos dependerán del estilo elegido. 

• Para una habitación clásica, son perfectos los tonos beige y blancos. 
• En cambio, si se prefiere transmitir alegría, se puede optar por tonalidades más coloridas.
• Los dormitorios románticos combinarán cenefas y ornamentos, y el estilo deportivo será más desenfadado. Pero, sobre todo, no hay que olvidar que el bebé necesitará que sus paredes evoquen tranquilidad y bienestar.

4. La cuna del bebé

La cuna es esencial para el bienestar del niño, ya que va a pasar muchas horas en ella durmiendo.

• Por ello, debe ser cómoda y segura, y disponer de un barandal con barras, con una distancia entre éstas de un máximo de 6.6 cm (Ley Europea UNE-EN 716-1:2018+AC:2019).
• Sin olvidar que la altura del barandal desde el colchón debe ser, por lo menos, de 60 cm.

5. Cambiador y bañera

El cambiador es una de las piezas importantes en el dormitorio del bebé.

• Es recomendable que cuente con una cajonera que presente todos los elementos para facilitar el momento del cambio del pequeño. La bañera es un elemento opcional en el dormitorio.

6. Iluminación y cortinas

Además de la luz natural que tiene que envolver la habitación (que se puede regular con cortinas de materiales que no atrapen mucho polvo) y de la convencional del techo, se debe incluir una lámpara que ofrezca una luz más tenue.

Esta será ideal para usarla en aquellos momentos de descanso y relajación: cuando el niño se despierte por la noche o en el momento de acostarlo, para ayudarlo a conciliar el sueño.

7. El colchón para la cuna del bebé

En cuanto al colchón, existen de distintos materiales: viscoelástica, látex, fibra de coco, diferentes tipos de espuma... Lo importante es que sea firme y confortable, permita una correcta transpiración y esté elaborado con materiales hipoalergénicos.

El colchón del bebé debe tener las medidas exactas para quedar fijo en la cuna. Además, entre la funda del colchón y las sábanas de algodón, se debe colocar un protector de tela o celulosa absorbente.

8. Seguridad y tecnología para el bebé

El ambiente donde el bebé va a crecer debe ser cómodo y agradable, pero, sobre todo, un entorno en el que el pequeño se sienta protegido.

• Por ello, los muebles tienen que tener los bordes redondeados, los enchufes deben estar protegidos y, sobre todo, hay que evitar los artículos que se puedan romper con facilidad y dañar al pequeño.
• Además, se pueden incluir elementos que ofrezcan seguridad y tranquilidad a los padres, como los intercomunicadores, que permiten vigilar al pequeño sin necesidad de entrar continuamente en la habitación.

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