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Cuando estás pensando en embarazarte o en tratamientos como la Fecundación In Vitro (FIV), cada decisión estética cobra peso. ¿Es seguro continuar con inyecciones de toxina botulínica (Botox)? La respuesta: no está claro, y muchos especialistas optan por la prudencia.
Un estudio retrospectivo reciente analizó 397 embarazos en los que hubo exposición a onabotulinumtoxinA (Botox)antes de la concepción o en el primer trimestre. De esos, 97.4 % de los nacimientos fueron normales. La tasa de malformaciones mayores fue del 0.7 %, cifra similar al promedio poblacional.
Pero ojo: la mayoría de esas aplicaciones fueron estéticas o por migraña, no dentro de protocolos de fertilidad. No hay estudios robustos sobre Botox durante FIV específicamente.
Aunque el Botox se aplica localmente, existe la posibilidad (muy baja) de que migre fuera del sitio inyectado. En un cuerpo cambiante como el de una embarazada o durante estimulación ovárica, esa dispersión potencial aunque residual genera preocupación.
Durante la implantación embrionaria las células del útero hacen ajustes finos. En teoría, una toxina neuromuscular localizada podría alterar microentornos locales —aunque no hay evidencia clara de que lo haga—.
No hay estudios que prueben que Botox altera hormonas, pero en etapas de tratamiento hormonal (como en FIV) los efectos sútiles podrían tener eco en cascadas endocrinas. No es una sospecha confirmada, pero llama la atención en medicina reproductiva.
Si solo planeas tratamiento, algunos médicos podrían ser un poco más tolerantes y autorizar Botox siempre que haya tiempo de “lavarse” antes del embrión: es decir, que los efectos hayan reducido bastante.
Aquí coinciden muchas especialistas en decir que no se debe aplicar, pues ese es el momento más delicado del desarrollo embrionario. La recomendación general es abstenerse en esa fase.
En la mayoría de casos, Botox se considera no seguro durante el embarazo, salvo situaciones médicas justificadas y bajo estricto control (migrañas severas, distonía, etc.).
Aunque muchos procedimientos con Botox parecen “seguros” en población general, en el contexto de embarazo, búsqueda de embarazo o FIV, las certezas desaparecen. Dado que no hay estudios robustos que garanticen inocuidad, lo más prudente es evitarlo en etapas clave, especialmente después de la transferencia embrionaria. Prioriza la salud reproductiva, informa a tus especialistas y busca opciones más seguras mientras le das espacio a tu proyecto de vida.
1) ¿Usar Botox debilita la fertilidad?
No hay evidencia de que afecte la capacidad de concebir. Los datos son escasos y no concluyentes, así que se considera un riesgo teórico más que demostrado.
2) Si me inyecté Botox antes de saber que estaba embarazada, ¿debo alarmarme?
No necesariamente. Según estudios, muchas exposiciones antes de conocer el embarazo no generaron anomalías. Pero sí informa a tu ginecólogo para seguimiento.
3) ¿Puedo usar Botox después de la FIV si no quedé embarazada esta vez?
Sí, muchos médicos lo permiten una vez que el ciclo ha concluido y que haya un lapso prudente entre ciclo y aplicación, siempre y cuando no exista embarazo. Pero repite: hacer todo con supervisión médica.
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