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En una reciente entrevista con Vogue México, Cazzu reveló que convertirse en mamá cambió su forma de ver el mundo de una manera que no imaginaba. La llegada de su hija Inti, fruto de su relación con Christian Nodal, marcó un antes y un después en su vida, no solo como artista, sino como mujer.
“Yo no creía que la maternidad transformara tanto... pero en verdad sí, era cierto”, confesó la artista argentina. Esta declaración refleja lo que muchas madres de nuestro país experimentan al tener a su primer hijo: un reacomodo emocional, mental y espiritual.
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Cazzu ha sido clara y empática al reconocer que su experiencia como madre no es igual a la de todas. "No todas las mujeres pueden criar a sus hijos con calma, con ayuda o sin preocuparse por lo económico, y eso hace que cada maternidad sea distinta", mencionó. Este pensamiento resuena especialmente entre muchas mujeres que hacen malabares entre el trabajo, la crianza y el cuidado del hogar.
Ella se sabe afortunada: pudo pasar tiempo de calidad con su hija, sin prisas ni angustias por salir a trabajar. Y aunque esa no es la realidad de muchas, su testimonio genera conversación sobre la importancia de apoyar a las madres en todos los niveles sociales.
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Cazzu explica que la maternidad la ha vuelto más perceptiva y emocional. Ahora, como muchas mamás, es más sensible ante lo que ve en el mundo. "Cosas que antes no notaba, ahora me duelen. Se me reordenó el cerebro", dijo en su entrevista. Esta transformación emocional es muy común durante la crianza de niños pequeños, etapa en la que muchas madres sienten que desarrollan una fuerza emocional única.
Además, reconoció que no imaginaba cuánto la maternidad la haría reconectar con el amor, la ternura y también con los miedos más profundos. Y esto se refleja incluso en su música, como en su tema "La Cueva", una balada nostálgica que muestra su lado más íntimo.
Durante muchos años, Cazzu fue una de las artistas más rebeldes del trap latino. Ahora, como madre, su feminismo se ha hecho más fuerte y más claro. Entiende que criar a una hija también es un acto de resistencia y de construcción de un mundo más justo.
"No todas las madres son iguales ni todas crían igual, y eso está bien. Lo importante es que tengamos derecho a decidir, a educar desde el respeto y a encontrar apoyo en la sociedad", afirmó. Su postura resuena con muchas mujeres mexicanas que, desde la maternidad, se enfrentan a juicios y estereotipos.
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Una de las ideas más poderosas de Cazzu es que la maternidad no debe borrar a la mujer que fuiste antes. Al contrario, debe permitirte evolucionar. Para ella, seguir haciendo música, expresar lo que siente y hablar de temas personales en sus canciones es parte de su proceso de sanación y autenticidad como madre.
Su nuevo disco, "Latinaje", es una prueba de esto. A través de diferentes ritmos —baladas, corridos, cumbias—, narra su experiencia como mujer, como madre, como artista y como persona que se reconstruye emocionalmente tras una ruptura amorosa.
La historia de Cazzu nos recuerda que la maternidad es compleja, poderosa y distinta para cada mujer. Ser madre no significa perderse, sino transformarse. Cazzu nos muestra que se puede ser mamá, artista, feminista y mujer libre al mismo tiempo, sin que una faceta invalide a la otra.
En México, donde muchas madres enfrentan retos económicos, emocionales y sociales, escuchar testimonios como el de Cazzu puede ser inspirador y abrir conversaciones importantes sobre el apoyo, el respeto y la diversidad en la crianza.
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