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Las madres suelen recordar con gran precisión cómo fue su parto. Ahora, la ciencia confirma que esto no es solo una percepción: un estudio publicado en Science Advances y realizado por el grupo de investigación Neuroimagen "Neuromaternal" del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Gregorio Marañón ha encontrado pruebas físicas de cómo el parto y el posparto alteran el cerebro materno.
El estudio analizó resonancias magnéticas de 88 madres primerizas y 30 mujeres sin hijos, encontrando que, aunque no hubo diferencias cerebrales durante el embarazo, sí se evidenciaron cambios en las últimas semanas antes del parto y en los primeros meses del posparto.
El hipocampo, la zona del cerebro relacionada con la memoria a largo plazo, aumenta de volumen cuando el parto no es una experiencia positiva. Este crecimiento podría estar vinculado a la manera en que las madres procesan emocionalmente su parto y almacenan esos recuerdos.
La amígdala, encargada de regular las emociones y los sentimientos, también crece, especialmente en madres que atraviesan depresión posparto. Este cambio puede explicar por qué muchas madres experimentan una mayor sensibilidad emocional después del nacimiento de su bebé.
Las investigadoras del estudio consideran que estos cambios no son negativos, sino una forma de adaptación del cerebro materno a la nueva realidad de la maternidad. Al enfrentarse a un evento desafiante como el parto, el cerebro busca ajustar su estructura para ayudar a la madre en esta transición.
Este hallazgo podría ser clave para prevenir y tratar la depresión posparto en el futuro, ya que permite identificar a las madres que podrían estar en riesgo y brindarles apoyo antes de que los síntomas se agraven.
Este no es el primer estudio que demuestra que la maternidad cambia el cerebro de la mujer. Investigaciones previas han encontrado que:
Durante el embarazo, se reduce el volumen de la sustancia gris en el cerebro, un fenómeno similar al que ocurre en la adolescencia.
Estos cambios podrían estar relacionados con la preparación del cerebro para la maternidad, ayudando a la madre a centrarse en su bebé y responder de manera más eficiente a sus necesidades.
Saber que el cerebro materno cambia después del parto ayuda a validar las emociones y experiencias de muchas madres. Sentirse diferente después del nacimiento de un hijo no es solo cuestión de estrés o fatiga, sino que tiene una base biológica real.
Además, estos estudios pueden fomentar mejores estrategias de apoyo a las madres, incluyendo:
Terapia psicológica especializada en la adaptación postparto.
Grupos de apoyo para madres primerizas.
Mayor concienciación sobre la depresión posparto y cómo abordarla.
1. ¿Todos los partos provocan cambios en el cerebro materno?
Sí, aunque la magnitud del cambio depende de la experiencia del parto y de factores como el estrés y la depresión posparto.
2. ¿Estos cambios en el cerebro son permanentes?
Aún se están investigando los efectos a largo plazo, pero algunos estudios sugieren que ciertas adaptaciones cerebrales pueden durar años.
3. ¿Tener un parto más positivo puede reducir estos cambios?
Un parto positivo puede generar menos estrés en la madre, lo que podría influir en la forma en que el cerebro se adapta en el posparto.
El parto y el posparto no solo transforman la vida de una mujer, sino también su cerebro. Los cambios en el hipocampo y la amígdala muestran que la maternidad impacta en la memoria y las emociones. Estos descubrimientos pueden ayudar a mejorar el apoyo a las madres, prevenir la depresión posparto y normalizar las experiencias emocionales del posparto.
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