Te puede interesar…





































Con el paso de los años, quizás, a causa de los malos hábitos o de un tipo de alimentación inadecuado, ¿has ido acumulando grasa en tu abdomen, hasta generar una panza prominente? ¿O bien estás más o menos en forma, pero tienes el típico "rollo de grasa" blandito?
Sea como sea tu tipo de panza, existen soluciones y formas de acabar con ella, si es tu objetivo. Hablemos de panzas masculinas.
(Te interesa: Cómo perder grasa de la panza y marcar abdominales)
Básicamente, existen dos tipos de panza con sobrepeso: las blandas y con "rollitos", que no son más que grasa acumulada debajo de la piel, más superficial; y el abdomen más prominente y dura, fruto de muchos años de excesos y malos hábitos, en la que ya se ha acumulado grasa alrededor de las vísceras, de manera más profunda.
Se conoce popularmente como "panza chelera", pero no se debe únicamente al consumo de cerveza. Se trata de un tipo de panza prominente, dura y uniforme. Seguro que sabes de qué panza te hablamos, de aquella que en ocasiones se superpone por encima del pantalón, quedando este por debajo, o hace que los botones de la camisa cuesten trabajo abrochar. Si se toca, esta panza es dura.
Debes saber que la panza cervecera es la más peligrosa para la salud, puesto que se debe a una acumulación de grasa visceral, es decir, localizada en capas profundas, alrededor de las vísceras.
¿Por qué decimos que es la más peligrosa para la salud? Porque afecta al metabolismo y a las hormonas. La presencia de grasa visceral es, pues, un indicador de que se puede producir un síndrome metabólico, con el consiguiente incremento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como trombosis, elevación de la presión arterial y enfermedades coronarias, así como enfermedades propias del metabolismo, como diabetes tipo 2, o aumento del colesterol y los triglicéridos, entre otras.
En primer lugar, cabe decir que, a pesar de su nombre, la panza con grasa visceral no se debe principalmente al consumo de cerveza. Sí es verdad que un consumo excesivo de cualquier bebida alcohólica o con gas aumenta el volumen del abdomen, pero en esta ocasión son más culpables las "botanas" que acompañan a la bebida que el líquido en sí, cuya graduación alcohólica no es muy elevada. Dicho esto:
Estas son las medidas que debes tomar en cuanto a tu alimentación y buenos hábitos:
Estas son las medidas que debes tomar en cuanto a tu actividad física:
Ahora estamos hablando de un tipo de panza que, aunque no es estética, tampoco supone un riesgo tan elevado para la salud masculina. Se trata de la panza blanda, con "rollitos" o lonjas, como se conocen popularmente.
Se debe, también, a la acumulación de grasa a causa de los malos hábitos alimentarios y la falta de actividad física, pero esta grasa se localiza justo debajo de la piel, y no se encuentra a un nivel tan profundo ni afecta al metabolismo o las hormonas.
Eso sí, la acumulación de grasa subcutánea es la antesala de la grasa visceral, la peligrosa, así que cuando te des cuenta de que se te está yendo de las manos, ¡actúa!
Básicamente, debes tomar las mismas medidas que en el caso de la grasa visceral, pero te costará menos tiempo y esfuerzo librarte de este tipo de panza, siempre y cuando seas constante y cambies tus hábitos de alimentación de manera definitiva, y no solo puntualmente.
En este caso, también la actividad física es fundamental. Sobre todo, te conviene reforzar tu abdomen y músculo, con ejercicios de fuerza y musculación.
¿Tener panza por culpa del estrés? Te puede sonar muy extraño, pero es posible. La panza por estrés es pronunciada, es decir, que puede sobresalir bastante de un cuerpo, en apariencia, delgado o en normopeso. Se debe, principalmente, a la mala alimentación que acompaña a las prisas y la falta de tiempo de los hombres estresados por el trabajo y las obligaciones diarias.
(Te interesa: Calcula tu IMC para saber qué sobrepeso sufres)
El estrés es el enemigo número uno del bienestar y el aspecto físico. Además, este enemigo silencioso incrementa la producción de hormonas como el cortisol, que dificulta muchísimo poder perder peso, por más dieta que hagas.
Siendo consciente de esto, intenta buscar un momento al día para relajarte con la actividad saludable que más te satisfaga: correr, dar un paseo, hacer yoga, meditar, pintar, hacer bricolaje, leer, ir al gimnasio, nadar... La cuestión es que desocupes tu mente de preocupaciones, rompas la dinámica negativa y te dediques por completo a ti, a tu propio bienestar. ¡Todo esto repercutirá en tu salud para bien!
Eso sí, no vas a perder la panza únicamente a través de la relajación. Por supuesto, los buenos hábitos alimentarios y la actividad física adecuada y regular también son imprescindibles. ¡Ánimo, lo conseguirás!
(Te interesa: 10 cosas que puedes hacer para sentirte mejor)
..........
Después de leer el artículo, ¿tienes claro qué tipo de panza tienes y qué debes hacer para reducirla o eliminarla por completo? ¿Temes por tu salud? ¡Déjanos tu comentario!
Te puede interesar…