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Cáncer colorrectal y prevención: lo que debes tener en cuenta
¿Qué es el cáncer colorrectal y cómo se origina? ¿Cómo se diagnostica y cómo actúa este tipo de cáncer cuando se propaga? ¿Qué tipos de cáncer de colon y recto existen? Te informamos de todo ello y te explicamos cuáles son las mejores formas de prevención de este tipo de enfermedad.
El cáncer colorrectal es aquel que se origina en el colon o el recto, hecho por el cual también se denomina cáncer de colon o cáncer de recto. Normalmente se habla de ambos tipos de cáncer de forma conjunta porque tienen muchas características en común.
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¿Qué función tienen el colon y el recto?
Antes que nada es importante saber que el colon tiene como función principal absorber el agua y la sal de los alimentos restantes, una vez han pasado por el intestino delgado.
La materia de desecho que queda una vez ha pasado por el colon se va hacia el recto, donde la materia fecal se almacena hasta que sale del cuerpo a través del ano. Los músculos del esfínter en forma de anillos alrededor del ano impiden que la materia fecal salga hasta que los músculos son relajados durante la evacuación intestinal.
¿Cómo se origina el cáncer colorrectal?
Los pólipos en el colon o en el recto
La mayoría de los cánceres colorrectales comienzan como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto, más conocido como pólipos.
No es que tener pólipos implique tener cáncer, pero sí que algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer con el paso del tiempo. La probabilidad de que un pólipo se vuelva canceroso depende del tipo de pólipo. Los dos tipos principales de pólipos son:
- Pólipos adenomatosos (adenomas): algunas veces se transforman en cáncer. Debido a esto, los adenomas se denominan afecciones precancerosas.
- Pólipos inflamatorios y pólipos hiperplásicos: son más frecuentes, pero en general no son precancerosos.
Algunos factores que pueden hacer que un pólipo sea propenso a contener cáncer o que aumenten el riesgo de que una persona llegue a tener cáncer colorrectal son:
- Si se descubre un pólipo mayor a un centímetro.
- Si se descubre que hay más de dos pólipos.
- Si después de la extirpación de un pólipo se descubre la presencia de displasia, la cual es otra afección precancerosa. Esto implica la existencia de una área del pólipo o del revestimiento del colon o del recto en el que las células tienen un aspecto anormal, pero sin llegar a tener la apariencia de células cancerosas.
¿Cómo se propaga el cáncer colorrectal?
Si se forma el cáncer dentro de un pólipo, con el tiempo puede crecer hacia la pared del colon o del recto. Esta pared está compuesta por muchas capas y el cáncer colorrectal se origina en la capa más interna, denominada mucosa, y puede crecer hacia el exterior a través de las demás capas.
Cuando las células cancerosas se encuentran en la pared, éstas pueden crecer hacia los vasos sanguíneos o los vasos linfáticos (canales diminutos que transportan material de desecho y líquido). Desde allí, las células cancerosas pueden desplazarse a los ganglios linfáticos cercanos o a partes más distantes del organismo.
¿Qué partes forman el colon y el recto?
Para entender el cáncer colorrectal, es necesario conocer las partes que conforman el colon y el recto, que forman el intestino grueso, el cual forma parte del sistema digestivo.
La mayor parte del intestino grueso está compuesto por el colon, que es un conducto muscular. Las diferentes partes de las que está compuesto el colon reciben sus nombres según la dirección en la que se desplazan los alimentos a través de ellas:
- La primera sección se llama colon ascendente: comienza con una bolsa llamada ciego, adonde llega el alimento no digerido desde el intestino delgado. Se extiende hacia arriba sobre el costado derecho del abdomen.
- La segunda sección se llama colon transverso: se extiende a través del cuerpo desde el lado derecho hacia el lado izquierdo.
- La tercera sección se llama colon descendente: se llama así porque desciende (se dirige hacia abajo) en el lado izquierdo.
- La cuarta sección se conoce como colon sigmoide: se llama así debido a su forma en "S". El colon sigmoide se une al recto, el cual conecta con el ano.
Fuente: American Cancer Society.
Tipos de cáncer en el colon y el recto
Cuando los médicos hablan de cáncer colorrectal, casi siempre se refieren a un tipo de cáncer, los adenocarcinomas, que se origina en las células que producen mucosidad para lubricar el interior del colon y del recto.
También otros tipos de tumores, menos comunes, pueden comenzar en el colon y en el recto:
- Tumores carcinoides: se originan a partir de células especializadas productoras de hormonas en el intestino.
- Tumores estromales gastrointestinales: se originan de células especializadas de la pared del colon llamadas células intersticiales de Cajal. Algunos no son cancerosos (benignos). Estos tumores pueden ser encontrados en cualquier parte del tracto digestivo.
- Linfomas: son tumores cancerosos en las células del sistema inmunológico. La mayoría de éstos se originan en los ganglios linfáticos, pero también pueden comenzar en el colon, el recto u otros órganos.
- Sarcomas: pueden originarse de los vasos sanguíneos, así como de las capas musculares, u otros tejidos conectivos de la pared del colon y del recto. Los sarcomas del colon o del recto son poco frecuentes.
¿Cómo reducir el riesgo de padecer cáncer colorrectal?
En general, la manera más eficaz de reducir el riesgo de cáncer colorrectal es haciéndose pruebas periódicas de detección a partir de los 45 años de edad.
La mayoría de los cánceres colorrectales comienzan como pólipos en el colon o en el recto. Estos pólipos pueden estar presentes en el colon durante años antes de que se conviertan en cáncer sin presentar síntomas.
Por este motivo, es importante realizarse las pruebas de control. Estas pruebas de detección del cáncer colorrectal pueden encontrar pólipos precancerosos que se pueden extirpar antes de que se conviertan en cáncer. Y así se previene el cáncer colorrectal.
3 factores a tener en cuenta
1. La alimentación
Se están llevando a cabo estudios para determinar si los cambios en la alimentación pueden disminuir el riesgo de cáncer colorrectal. Los médicos recomiendan seguir una alimentación baja en grasas animales y rica en frutas, verduras y granos integrales para reducir el riesgo de afecciones crónicas.
2. El papel de la aspirina
Los científicos están estudiando el papel de ciertos medicamentos y suplementos en la prevención del cáncer colorrectal. El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos encontró que tomar aspirina en dosis bajas puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal en algunos adultos, dependiendo de su edad y sus factores de riesgo.
3. Llevar un estilo de vida saludable
Algunos estudios indican que el riesgo de cáncer colorrectal también se puede reducir si se aumenta la actividad física, se mantiene un peso saludable, se limita el consumo de alcohol y se evita el tabaco.
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