¡Cuidado con el mercurio durante el embarazo!

12 Dec 2023
¡Cuidado con el mercurio durante el embarazo!

Parece ser que incluso una ligera exposición al metil-mercurio pueda causar TDAH en el niño. Entonces, ¿debemos seguir consumiendo pescado si estamos embarazadas?

Parece ser que incluso una ligera exposición al mercurio durante el embarazo pueda facilitar el Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención en el niño. Por otra parte, muchos estudios confirman que comer pescado (que puede contaminarse de esta sustancia) reduce el riesgo de contraer los mismos trastornos. Entonces, ¿cómo hay que actuar? ¿Hay que comer o no pescado?

El pescado es rico en nutrientes muy saludables, como ácidos grasos y omega-3, que son fundamentales para el buen desarrollo cerebral del feto, pero también es cierto que los pescados de grandes dimensiones pueden contener metil-mercurio, que desde hace mucho tiempo se asocia al síndrome TDAH. Por eso, el FDA estadounidense y la US Environmental Protection Agency han recomendado a las mujeres embarazadas que limiten su consumo.

Para salir de dudas, algunos estudiosos, guiados por la Doctora Sharon K. Sagiv, examinaron entre 1993 y 1988 la alimentación de 400 futuras mamás, observando los niveles de exposición al mercurio a través del examen del cabello. Ocho años después, analizaron el comportamiento de los niños, haciéndoles un test para determinar la posible presencia de comportamientos relacionados con el TDAH: determinaron que la posibilidad de desarrollar trastornos de atención e hiperactividad estaban relacionados con los niveles de mercurio ingeridos por la madre durante el embarazo.

“Las mujeres – afirma Sagiv – deben saber que los nutrientes presentes en el pescado son buenos para el cerebro de un feto en desarrollo, pero también deben ser conscientes de que los niveles elevados de mercurio en algunos pescados representan un riesgo”. La única solución parece ser elegir sólo algunos tipos de pescado, los que, como las sardinas, el salmón y la merluza, están menos expuestos al “riesgo de mercurio”. En cambio, hay que evitar el atún y el pez espada, que tienen beneficios nutricionales, pero también una gran cantidad de mercurio que el feto puede asimilar.

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza