Te puede interesar…





































La inducción del parto es un procedimiento obstétrico que tiene como objetivo desencadenar de forma artificial el inicio del trabajo de parto, con la finalidad, en principio, de que éste se desarrolle por vía vaginal. Con esta intervención, se pretende terminar el embarazo antes de que el parto se desencadene de forma espontánea.
La inducción del parto no está exenta de riesgos, tanto para la madre como para el feto. Por este motivo, se deben considerar una serie de factores antes de iniciar este procedimiento, como son la madurez del cuello uterino, la madurez pulmonar del feto, la receptividad al medicamento que se use para tonificar el útero, así como valorar las posibles contraindicaciones. Además, existen una serie de condicionantes, como que el feto esté en posición longitudinal, que tenga un peso adecuado, y que no haya una desproporción cefalo-pélvica.
Durante la inducción, se hace un control del bienestar fetal mediante cardiotocografía, pulsioximetría y microtoma de sangre fetal.
Cuándo se aconseja la inducción del parto
El embarazo prolongado más de 41 semanas y la ruptura prematura de las membranas con emisión de la fuente a partir de la semana 32 son las causas más frecuentes de la inducción. Esta intervención también está indicada en casos de enfermedad materna grave, como hipertensión, diabetes o nefropatía, cuando existen patologías que conllevan riesgos para el feto, como crecimiento intrauterino retardado, o cuando el feto presenta malformaciones incompatibles con la vida.
En qué casos está contraindicada
Entre las posibles contraindicaciones de la inducción del parto, se pueden citar las presentaciones transversas y oblicuas del feto, la desproporción pélvico-fetal, el herpes genital activo o las procidencias del cordón umbilical (cuando el cordón sale a través del canal del parto hacia el exterior, antes de que nazca el bebé). Asimismo, existen una serie de situaciones especiales de inducción del parto que están en discusión por falta de acuerdo o de evidencia científica, como son la gestación gemelar con cesárea anterior o la sospecha de feto macrosómico.
(Te interesa: Parto inducido: ¿cuándo es necesario?)
Artículo de Enrique Ripoll Espiau
Obstetra de la Clínica Pilar Sant Jordi de Barcelona
Te puede interesar…