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Pelvis estrecha: ¿existen riesgos para el parto?
Las características de la pelvis de la mujer pueden suscitar dudas con respecto al tipo de parto. ¿Es verdad que las embarazadas que tienen la pelvis estrecha también pueden tener un parto vaginal? ¿El bebé tendrá "espacio suficiente" para llegar al final del embarazo? Te lo explicamos.
Puede darse el caso de que la pelvis de la mujer sea muy estrecha y esto haga temer a la futura mamá si su bebé tendrá el "espacio" suficiente para llegar a final de término del embarazo, y si su parto será "normal" o si bien, debido a este motivo, se tendrá que recurrir a una cesárea o a otras técnicas.
Sin embargo, no se puede saber on seguridad si una pelvis es tan estrecha que no permita el paso del niño en el momento del parto. No, al menos, hasta que no tenga lugar la dilatación, cuando se produzca el nacimiento del bebé. ¿Por qué?
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¿Cómo influye el tipo de pelvis en el parto?
- La pelvis no es una estructura rígida y fija, sino que tiene una gran capacidad para adaptarse. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el niño es capaz de adaptarse a la pelvis materna, mediante rotaciones y contorneos, con el fin de deslizarse mejor por el interior de la pelvis y el canal del parto.
- La posición en la que se da a luz también tiene mucha importancia. En muchos casos, aunque la pelvis sea estrecha, dar a luz en cuclillas favorece el paso de la cabeza del niño por el interior de la pelvis.
- De todos modos, si se tienen en cuenta las características físicas del papá, se puede hacer una valoración preventiva. Si, por ejemplo, el padre del niño se parece a la mamá (en altura y en conformación física), es probable que el pequeño se parezca a sus padres y que, por tanto, no existan obstáculos para un parto natural.
- Otro factor importante que hay que considerar es el peso estimado que el bebé tendrá al nacer: aun siendo un dato "imperfecto" (se calcula con una aproximación de cerca de un 10% de error), la valoración del peso fetal efectuada durante la ecografía de las 32-34 semanas, posiblemente completada con un posterior control a las 36 semanas de embarazo en caso de dudas, puede proporcionar un dato relevante en la elección del modo en que se dará a luz. Aunque, al final, es la valoración clínica el elemento fundamental de juicio.
Desproporción feto-pélvica y parto
Por lo que se refiere al riesgo de un parto prematuro debido a la complexión delgada, algunos expertos sugieren que las mujeres que miden menos de 150-160 cm pueden encontrarse con un mayor riesgo de parto antes de término, aunque esto también parece deberse a la interferencia de otros factores: el grado de nutrición de la mujer, su edad, las actividades laborales pesadas o no saludables que realiza, etc. En realidad, la mayor parte de las mujeres que dan a luz antes de término no tienen ningún riesgo evidente, por lo que no hay ninguna razón para preocuparse si se tiene una complexión delgada.
El principal factor que influye en el parto es el fenómeno que los ginecólogos definen como desproporción feto-pélvica, también llamada desproporción pélvico-fetal o cefalopélvica, aunque se calcula que solo una de cada 250 mujeres tiene la pelvis más estrecha de lo normal. En este caso, el problema no es el tamaño de la pelvis en sí, sino que, en el caso de un bebé grande, éste podría obstaculizar el paso normal por el canal del parto e impedir un nacimiento por vía natural.
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