Te puede interesar…
- Mi bebé y yo
- Embarazo
- Tercer trimestre de embarazo
- Molestias durante el embarazo en el tercer trimestre
Molestias durante el embarazo en el tercer trimestre
Una intensa sensación de cansancio y los calambres son dos de los trastornos más comunes del tercer trimestre de embarazo. Te explicamos qué hacer para combatirlos.
Una sensación de mucho cansancio
Al crecer, el útero ejerce presión sobre el diafragma, que a su vez comprime los pulmones, que ya no son capaces de expandirse completamente. A esto se le añade que, al término del embarazo, la futura mamá se encuentra con un peso mucho mayor que transportar. De este modo, puede bastar con un mínimo esfuerzo para sentir que te falta el aliento.
Qué hacer
Simplemente, basta con “resignarse” a ralentizar tu proprio ritmo y recuperar el aliento cada vez que sientas la necesidad. También va bien practicar una actividad física moderada, por ejemplo, una caminata de una media hora al día, que potencia la capacidad respiratoria sin cansarte demasiado.
Mala digestión
Además de presionar el diafragma, en los últimos meses de embarazo, la pancita presiona también el estómago, que, por lo tanto, se llena mucho más deprisa y se vacía con más dificultad, también provocando una motilidad gástrica reducida. La consecuencia es que se digiere con dificultad y, a menudo, se siente una fastidiosa sensación de acidez, que llega hasta la garganta, debida a la subida del ácido a lo largo del esófago.
Qué hacer
Además de hacer comidas ligeras, conviene evitar algunos alimentos, como el chocolate, la menta, el café o los cítricos, y reducir la ingesta de líquidos durante las comidas. Además, es mejor no meterse en la cama inmediatamente después de haber comido, sino esperar un par de horas, ya que la posición estirada favorece el reflujo. Si la molestia persiste, se pueden poner dos o más cojines bajo la cabeza, hasta que en la cama estés en posición semisentada. Si aun así las molestias no se resuelven, es oportuno dirigirse al médico, que podrá prescribirte fármacos antiácidos.
Se presentan, sobre todo, de noche y en las pantorrillas. Están ligados a trastornos circulatorios, de los que es habitual sufrir durante los nueves meses de embarazo, pero también a una carencia de sales minerales, en particular de magnesio, que está implicado en la contracción de los músculos y en el embarazo es imprescindible para el correcto crecimiento del feto.
Qué hacer
Asegúrate siempre de consumir el magnesio suficiente, a través de los alimentos que contengan en abundancia: semillas oleosas, cereales integrales, verduras de hoja verde. ¿Y si llega un calambre? Para estirar el músculo de la pantorrilla, es suficiente con estirar la punta del pie y tirar de ella hacia ti.
Necesidad de orinar con frecuencia
A medida que el bebé crece, el útero ejerce cada vez más presión sobre la vejiga, cuya capacidad se reduce y necesita ser vaciada más a menudo. Una necesidad que se siente especialmente de noche, cuando la posición estirada favorece el drenaje de líquidos.
Qué hacer
Puedes tratar de limitar la ingesta de líquidos por la tarde y por la noche. Si la micción estuviera acompañada de ardor o dolor, sería necesario hacer un cultivo de orina para detectar una posible infección en las vías urinarias, que tendría que tratarse enseguida con antibióticos.
Prurito
Se puede notar sobre todo en la pancita, pero también en las caderas y el pecho. Está causado por el rápido aumento de volumen de estas zonas y por el consiguiente adelgazamiento de la piel, que se vuelve más seca y propensa a la irritación.
Qué hacer
Hidratar la piel, incluso varias veces al día, con una crema hidratante y beber lo suficiente, para proporcionar hidratación a la piel desde el interior. Aun así, si el prurito se localiza en los brazos y piernas o en todo el cuerpo en general, se debe considerar la posibilidad de que sea una colestasis gestacional, una patología grave que afecta al hígado y que se debe tratar a tiempo.