Te puede interesar…
- Mi bebé y yo
- Parto
- Fases del parto
- Posiciones horizontales en el parto
Posiciones horizontales en el parto
Los ginecólogos subdividen las posiciones adoptadas durante el parto en horizontales y verticales. Las posiciones horizontales en el parto son las más utilizadas.
Las posiciones horizontales, en las que la mamá permanece acostada cuando está dando a luz, son las más utilizadas en clínicas y hospitales, porque permiten al personal obstétrico un mejor acceso al canal del parto.
Cuáles son las posiciones horizontales
• Litotómica. La mujer se recuesta en una camilla de respaldo regulable, de manera que su cabeza permanezca más elevada que el resto del cuerpo, apoyando las piernas en sostenes especiales que las mantienen separadas y elevadas. Es la posición adoptada en las exploraciones ginecológicas, que no resulta natural para la parturienta, pero en cambio es cómoda para el ginecólogo.
• Sobre un lado (de SIMS). La mujer se acuesta sobre un lado apoyando la pierna en un soporte para poder empujar con más facilidad.
• Fetal. Es una variante de la anterior. La mujer se acuesta de lado pero acurrucada. Es la posición que se suele adoptar al dormir, y por lo tanto se asocia con la relajación. Acurrucándose sobre el abdomen, se acorta el canal del parto y se dilata la pelvis.
• A gatas. En el suelo o bien encima de la cama. La mujer se pone "a cuatro patas", apoyándose en las manos o en los codos.
Ventajas de la posición horizontal
• En la posición litotómica, los genitales, que están perfectamente visibles, permiten que el ginecólogo pueda seguir en todo momento la marcha del parto.
• La posición de lado es muy apropiada para las mujeres obesas, con trastornos cardiacos, problemas en las articulaciones de la cadera y várices en las piernas.
• La posición a gatas es útil para aquellas mujeres a las que les duele la espalda o sienten presión en el recto. También está indicada en el parto podálico y para las mujeres obesas.
Desventajas de la posición horizontal
• Si la madre está tendida, el útero puede comprimir los grandes vasos. Al llegar menos sangre al corazón, la vena cava puede dar lugar a un descenso de la presión y la aorta, al reducir el aporte de sangre al niño, puede dar lugar al consiguiente enlentecimiento de latido cardiaco (bradicardia).
• La fuerza de la gravedad incide mucho menos, por lo que el niño desciende más despacio.