A partir del octavo mes de embarazo, y a veces incluso antes, el útero se contrae y se endurece en determinadas ocasiones, como se puede notar si se coloca una mano encima de la pancita. Este fenómeno, que no se asocia con un dolor real, sino más bien con una leve molestia, se considera una especie de entrenamiento a través del cual el útero se prepara para el gran día del parto. Generalmente, a title="¿Cómo on las contracciones de parto?" " " ">"stas contracciones se producen en respuesta a los movimientos bruscos del bebé dentro del vientre materno.
Si has llegado a esta fase del embarazo, es probable que te preocupe el momento de dar a luz y todo lo relacionado con él: la epidural, a title="El dolor de parto: ¿cómo reconocero?" " " ">"l dolor de parto, los tipos de parto, la influencia de la luna... Posiblemente acudas a un curso de preparación al parto en el que te aclararán todas las dudas.
Sin embargo, en algunas ocasiones, la información que recibes es tanta que te puedes agobiar en lugar de tranquilizarte. No te preocupes, a continuación, te detallamos las cinco premisas básicas que debes conocer y tener en cuenta antes de dar a luz. ¡Toma nota!
1. Saber identificar la fase de dilatación
La dilatación se inicia con las contracciones de parto. El objetivo de esta fase es conseguir que el útero se contraiga hasta que el cuello uterino se dilate 8-10 cm, su máxima apertura, y el bebé pueda salir. Pero, ¿cómo identificar esta primera fase del parto? Las primeras contracciones son irregulares, duran segundos y van acompañadas por un dolor similar al de los primeros días de la regla. Con el paso de los minutos, el dolor aumenta y aparece en intervalos regulares y cortos.
2. Llega el momento de ir al hospital cuando...
• Las contracciones se iniciaron hace dos horas. • Entre una contracción y otra pasa menos de 15 minutos. • Los intervalos entre las contracciones transcurren en un número de minutos siempre iguales. • El dolor es intenso y se asocia a una sensación de pesadez en la parte baja del vientre o de dolor de espalda. • Tiene lugar la rotura del saco amniótico y la expulsión del líquido.
3. En el hospital, ante todo, paciencia
Una vez aquí, pueden pasar varias horas antes de que nazca el bebé. Así pues, debes ser paciente y no ponerte nerviosa. Para sentir menos el dolor, puedes bañarte, el agua relaja y te proporciona bienestar. También puedes caminar por los pasillos, del brazo del futuro papá, de tu mamá, tu hermana, etc. Si tienes hambre, come alguna galleta, pero sin abusar. Evita tomar bebidas frías.
4. Durante la fase expulsiva: respirar bien y déjate guiar
Esta fase comienza cuando el cuello uterino alcanza su máxima expansión. Afróntalo sin miedo, pensando que es la última etapa del parto, tras la cual, por fin, verás la carita de tu bebé. La fase expulsiva se caracteriza por la aparición del impulso de empujar. Consejo: siempre las indicaciones del médico, respirando correctamente (profundo antes de empujar y de forma superficial al hacerlo).
5. Tras el nacimiento, falta expulsar la placenta
Cuando la cabeza del bebé se empieza a ver a través del canal vaginal, lo peor ha pasado y el dolor desaparece como por arte de magia. Pasados los segundos, el bebé emite su primer llanto. Sin embargo, para mamá aún queda una etapa por finalizar: la expulsión de la placenta. Cuando esto pasa, el parto ha finalizado. Tal vez el ginecólogo decida coser ciertas zonas de la vagina si se realizó una episiotomía, corte que se realiza para facilitar el paso del bebé.
Gracias excelente información