Te puede interesar…
- Mi bebé y yo
- Parto
- Tipos de parto
- La anestesia raquídea en el parto: pros y contras
La anestesia raquídea en el parto: pros y contras
La anestesia facilita el parto y lo convierte en una vivencia prácticamente indolora. Existen diferentes tipos de anestesia, aunque quizás el más conocido sea el de la anestesia epidural. Este artículo está dedicado a la denominada anestesia raquídea o espinal, sus posibles complicaciones, así como sus pros y sus contras.
Al igual que la anestesia epidural, la anestesia raquídea se inyecta en la columna vertebral, entre las dos vértebras lumbares, pero directamente dentro del líquido de la médula espinal. La punción de la anestesia raquídea se realiza con el paciente sentado o acostado lateralmente. Transcurridos entre 10 y 15 minutos de la inyección, la anestesia empieza a tener efecto.
La anestesia raquídea se utiliza especialmente en partos por cesárea, ya que puede inhibir las contracciones uterinas, imprescindibles en un parto vaginal. Tras la inyección de esta anestesia, el paciente suele permanecer acostado en la cama durante las horas aconsejadas por el médico, con el objetivo de evitar el cansancio, dolor de cabeza, náuseas y mareos habituales tras la raquídea.
(Te interesa: El parto con anestesia)
Posibles complicaciones de la anestesia raquídea
Generalmente, la anestesia raquídea no produce efectos negativos importantes en los pacientes. Sin embargo, se han dado casos en los que los pacientes pueden haber experimentado algunas complicaciones entre las que se cuentan:
- Disminución de la presión sanguínea
- Convulsiones
- Migrañas y dolores de cabeza intensos
- Infecciones
- Daño nervioso
- Dificultades a la hora de orinar
- Leve hemorragia o hematoma alrededor de la columna vertebral
- Infarto de miocardio
- Erupción cutánea
- Reacción alérgica a la anestesia
(Te interesa: Comer durante la dilatación)
Pros y contras de la anestesia raquídea
La anestesia raquídea es una técnica que conlleva menos dificultades respecto a su aplicación en comparación con la anestesia epidural. Asimismo, la dosis requerida es mucho menor que la dosis de epidural, por lo que con la anestesia raquídea la toxicidad en el cuerpo es prácticamente inexistente. En la misma línea, cabe destacar también que la raquídea tarda menos tiempo en hacer efecto que la epidural, además de ser más efectiva, más controlable y más predictible.
En contraparte, la anestesia raquídea tiene más posibilidades de provocar hipotensión arterial, su duración es más limitada y tiene mayor incidencia de cefalea (aunque las posibilidades son mínimas si el paciente reposa debidamente a posteriori).
(Te interesa: Epidural en el parto: beneficios y efectos secundarios)