Los cuidados de mamá en el inicio de la vida modifican el cerebro del bebé

30 Jan 2023
Cuidados de la mamá y cerebro del bebé

El tipo de crianza puede producir cambios en el ADN de las neuronas y las experiencias vividas por el bebé durante los primeros años de vida pueden repercutir al ser adulto. ¡Te lo explicamos!

Durante años se ha pensado que las experiencias del bebé durante los primeros años de vida pueden repercutir más tarde en su vida adulta. Sin embargo, hasta ahora ningún estudio lo había demostrado. Ahora, en un experimento con ratones, investigadores del Instituto Salk, en California, Estados Unidos, han observado cómo el cuidado maternal modifica el ADN del cerebro de los ratones.

Aunque cada célula del organismo contienen su propio ADN, en algunos tipos de células como las neuronas, hay elementos que tienen la capacidad de copiarse e insertarse en otros puntos del genoma. Son los llamados 'genes saltarines', que hacen que cada neurona pueda ser un poco distinta de la neurona vecina a pesar de pertenecer a un misma persona. 

Fred H.Gage, investigador del Laboratorio de Genética del Instituto Salk y autor del estudio, explicó en declaraciones a la revista Science: "En el año 2005 nuestro laboratorio descubrió que un gen saltarín llamado L1, del que ya se sabía que era capaz de copiarse y pegarse en nuevos lugares del genoma, también podía saltar en células neuronales en desarrollo. Desde entonces hemos descubierto que no solo añade ADN a nuevos lugares sino que también puede borrar grandes segmentos de ADN".

Las palabras del investigador significan que diferentes neuronas pueden funcionar un poco diferente unas de otras, incluso en la misma persona. Y eso puede explicar que tenemos la capacidad de modificar el ADN durante los primeros años de vida, por ejemplo, la mamá a través de sus cuidados con el bebé.  

(Te interesa: Abrazar al bebé recién nacido puede modificar su ADN)

El estudio con ratones 

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigadores del Instituto Salk hizo pruebas con crías de ratones. A un grupo las estresaban y a otro les ofrecían experiencias gratificantes. Los investigadores observaron que tiempo después, cuando los ratones eran adultos, tenían diferentes cantidades de genes saltarines en el cerebro. 

Fue Tracy Bedrosian, una investigadora, la que observó que había diferencias en cómo las madres ratón cuidaban a sus crías. Ello dio la pista a los investigadores para empezar a explorar las diferencias naturales en el cuidado de las madres ratón de sus crías y si esas diferencias tenían algún impacto en el ADN. Observaron que había una correlación. Los ratones que habían tenido madres más atentas tenían menos copias del gen saltarín y los de madres negligentes, más copias y, por lo tanto, más diversidad genética en el cerebro.

"Es un estudio en ratones que necesita ser explorado en mayor detalle en los humanos antes de saltar de las conclusiones de uno a otro", ha concluido el investigador Gage. 

REDACTORA MI BEBÉ Y YO. Coordinadora de la sección Mujer Hoy, y experta en embarazo, bebés y niños.

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Comentarios (5)
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Ferila
Me encanto el articulo gracias muy buena informacion
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luzyara
Gracias por la información.
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AmisadaiMora
❤️
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Ale7Glez
Woow ojalá hagan investigaciones con humanos
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Monrecbb
????????????