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Abrazar al bebé recién nacido puede modificar su ADN
¿Te encanta abrazar a tu recién nacido? Un estudio de la Universidad de Columbia Británica revela los beneficios de abrazar a los bebés, hasta el punto que el contacto piel con piel durante el período neonatal puede modificar su ADN.
A las mamás y los papás recientes les encanta abrazar a sus bebés recién nacidos, para quienes el contacto piel con piel con mamá o papá es muy beneficioso. De hecho, un estudio de la Universidad de Columbia Británica afirma que abrazar al bebé recién nacido es tan beneficioso para el pequeño que incluso puede llegar a modificar su ADN. El contacto piel con piel puede activar o desactivar ciertas partes del ADN del recién nacido, llegando a alterarlo.
El estudio de los investigadores de la Universidad de Columbia Británica, publicado en Development and Psychopathology, explica que el contacto físico durante el período neonatal puede alterar la expresión genética del bebé.
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¿Qué es la epigenética?
La expresión genética del bebé o epigenética hace referencia al estudio de las interacciones entre los factores genéticos del bebé que vienen determinados, no por factores hereditarios, sino por el ambiente celular. Estos factores genéticos alteran la actividad y la expresión de los genes, pero lo hacen sin alterar su secuencia.
De acuerdo con el estudio de la Universidad de Columbia, abrazar al recién nacido durante las primeras semanas de vida puede favorecer esos cambios en el ADN. Algunas de las áreas que podrían verse modificadas son el sistema inmunológico y el metabolismo del pequeño.
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¿Cuáles son los beneficios?
A lo largo del estudio, los investigadores observaron 94 recién nacidos, a los que se les registró la cantidad de veces que los abrazaban o los tocaban en sus primeras cinco semanas de vida. Cinco años después, se observó que el ADN de aquellos bebés que habían tenido un contacto físico menor tenían unos perfiles moleculares en sus células subdesarrollados para su edad.
Así lo explica Michael Kobor, uno de los autores del estudio: "Una maduración epigenética más lenta puede reflejar un progreso menos favorable en lo que se refiere al desarrollo del bebé, especialmente en su desarrollo psicológico". Así pues, se confirma otro beneficios más de los que ya existen en relación con abrazar al bebé.