La dislexia no es una enfermedad, es la dificultad del niño para aprender y percibir, que presentan los niños con un coeficiente intelectual normal, sin problemas de tipo cerebral o neuronal. ¡Te explicamos todo acerca de la dislexia en niños!
A pesar de ser un trastorno bastante común, la dislexia aún es poco conocida para la mayoría de las personas que, aun encontrándose ante síntomas muy claros y evidentes, no son capaces de reconocerla. En este artículo, te explicamos en qué consiste exactamente la dislexia, cómo reconocerla y cómo hay que afrontarla.
Qué es la dislexia y cuáles son sus causas
La dislexia es una dificultad, más o menos grave, en el aprendizaje de la lectura. En algunas ocasiones, esta dificultad puede repercutir también la escritura, en los cálculos numéricos o en otras actividades escolares.
Muchos estudios han intentado determinar las causas orgánicas de la dislexia y existen varias teorías al respecto. Una de las más recientes, incluso, "acusa" al cromosoma 15. Sin embargo, lo que se ha asegurado sin la menor sombra de duda es que no existe ninguna relación entre la dislexia y los problemas de orden cognitivo, neurológico o sensorial. Los niños disléxicos no tienen ningún déficit mental y son absolutamente normales e inteligentes, pero no pueden leer de forma fluida y correcta.
Lo que para todos los niños es un automatismo que no requiere esfuerzo, para ellos la lectura es el fruto de un gran esfuerzo y de un consiguiente gasto de energía, que no pueden invertir en el resto de actividades.
Síntomas de la dislexia en el bebé y el niño
Además de las dificultades que afectan específicamente a la lectura, los niños disléxicos también pueden presentar trastornos de otro tipo.
- Por ejemplo, dificultades motoras en el deporte debidas a la escasa capacidad de coordinar los movimientos.
- Otro síntoma es la tendencia a confundir conceptos como la derecha y la izquierda o arriba y abajo.
- La memoria a corto plazo y la noción del tiempo también ppueden resultar para él una fuente de problemas y de confusión.
- Asimismo, el niño muestra la tendencia a ser desordenado, especialmente emotivo, inseguro y vulnerable.
En general, los síntomas de la dislexia son más evidentes alrededor del segundo o tercer grado de la escuela primaria. No obstante, en algunos casos, tanto los padres como los profesores no tienen en cuenta la hipótesis de la dislexia y atribuyen los problemas del niño a la desgana, la pereza y la falta de esfuerzo en las actividades escolares. En otras palabras, a problemas de comportamiento.
De esta manera, se corre el riesgo de reñir y culpabilizar al pequeño, agravando la situación y retrasando las medidas de intervención adecuadas.
Recopilatorio práctico de los síntomas de la dislexia
A continuación, recogemos de una forma práctica los síntomas más característicos de la dislexia en las diferentes etapas del niño, de modo que te sea más fácil identificarla.
El niño tarda mucho en hacer los deberes.
No controla el transcurso del tiempo.
Se inventa palabras al leer.
Prefiere leer en voz alta para entender.
Tiene mala ortografía o caligrafía.
Parece vago aunque es listo.
Es fácilmente distraíble y sueña despierto.
Confunde izquierda y derecha.
No le gusta la escuela y tiene una baja autoestima.
Utiliza trucos para no leer.
Tiene cambios bruscos de humor.
No recuerda lo que ayer sabía.
Pero, quizás, uno de los síntomas más claro es el de la inversión en la escritura, que se caracteriza por la aparición de letras y palabras escritas al revés, como la confusión de las letras "b", "p" y "d", o la escritura invertida, como poner "sol" en lugar de "los".
Cómo afrontarla
Para afrontar la dislexia padres, especialistas y profesores deben hacer un frente común.
El papel de los especialistas
Es muy importante que, al menor signo de dislexia, se consulte a un especialista inmediatamente, con el fin de determinar qué es lo que sucede exactamente al niño mediante una serie de test específicos.
Conocer el problema es el paso más importante, puesto que, con un apoyo y una enseñanza adecuada, los niños disléxicos pueden ponerse al mismo nivel de los demás en los estudios sin ningún problema. Los médicos junto con los padres son los que deben valorar las medidas más adecuadas.
El papel de los profesores
A la hora de afrontar la dislexia, las instituciones escolares también adoptan un papel fundamental. Los profesores se deben involucrar y trabajar con los padres, para que el aprendizaje del niño sea lo más sencillo posible. Es fundamental que el niño reciba apoyo en la escuela y que se le permita disponer de más tiempo para desarrollar determinadas actividades.
Los profesores y los padres también deben cuidar que el niño disléxico, sobre todo cuando esté con otros niños, no se sienta diferente. La mejor forma de conseguirlo es la de no imponer objetivos que estén fuera de su alcance, así como resaltar sus dotes y capacidades.
¿Los niños con dislexia son más creativos?
Cuando se habla dislexia, se suele mencionar a personajes famosos que tenían esta dificultad: desde Pablo Picasso a Walt Disney, Thomas Edison o George Washington, pasando por Albert Einstein y Leonardo da Vinci. La dislexia que padecían no se ha podido demostrar en todos los casos, pero muchos expertos sostienen que existe una relación entre la dislexia y la creatividad.
Los disléxicos se sentirían llevados a aplicar soluciones originales a los problemas, demostrando una intuición especial y una notable inteligencia. Aun tratándose de una teoría absolutamente indemostrable, es muy importante para los niños disléxicos contar con ejemplos positivos.
El hecho de que los personajes conocidos, capaces de obtener resultados destacables en diferentes campos, sufriesen esta dificultad constituye, sin duda, una gran ayuda para hacer que estos niños no se sientan diferentes a los demás.
