Shock anafiláctico: cómo actuar

10 Apr 2023
Shock anafiláctico: cómo actuar

El shock anafiláctico es una reacción alérgica que pone en peligro la vida del bebé o del niño. Veamos cómo actuar ante esta situación: qué hacer y cómo remediarlo.

En presencia de una sustancia alergena, el organismo del niño se comporta como si se encontrara frente a un enemigo, es decir, desencadena las propias "defensas", produciendo histamina. Los capilares se dilatan y se produce una baja de la presión, los bronquios se estrechan y provocan asfixia, aparecen reacciones sobre la piel, la garganta se hincha y, a veces, el niño tiene diarrea.

En la mayor parte de los casos, estas reacciones no son alarmantes. Sin embargo, en algunas ocasiones, el efecto puede manifestarse de un modo extremadamente rápido y violento, y puede producirse un shock anafiláctico en el niño. También denominado anafilaxia, el shock anafiláctico, por tanto, es una reacción alérgica violenta que pone en peligro la vida del niño.

Cómo se manifiesta

El shock anafiláctico se inicia cuando el sistema inmunitario del pequeño reacciona a una sustancia inofensiva como si se tratara de una amenaza seria. Esto hace que el cuerpo libere sustancias, como la histamina, que desencadenan una serie de síntomas que pueden poner en peligro la vida del niño.

Los síntomas suelen aparecer transcurridas unas dos horas de que el niño haya estado expuesto al alergeno. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas pueden aparecer al cabo de pocos minutos y, en otros, pasadas unas cuatro horas.

Estos son algunos de los síntomas más destacados:

  • La piel de los labios o de la cara se inflaman. La piel aparece también pálida o azulada y el niño empieza a sudar.
  • El niño tiene silbidos en el pecho y dificultades para respirar.
  • Sufre taquicardia.
  • También puede sufrir desmayos y llegar a perder el conocimiento.
  • Pueden producirse episodios de vómitos, cólicos y diarrea.

Sustancias que pueden desencadenarlo

Las sustancias que pueden desencadenar una anafilaxia pueden ser numerosas. Sin embargo, estas son las más comunes:

  • Determinados alimentos. Por ejemplo, destacan el huevo, el trigo, algunos frutos secos como los cacahuetas, la leche, etc.
  • También algunos colorantes utilizados en la alimentación.
  • El látex utilizado en la fabricación de algunos productos.
  • Fármacos. Especialmente los de la familia de la penicilina.
  • Las picaduras de algunos insectos o de algún animal marino.

Cómo actuar en caso de shock anafiláctico

  • En primer lugar, hay que telefonear al 911 y llamar a una ambulancia.
  • Mientras tanto, ayuda al niño a colocarse en la posición que más alivie su dificultad respiratoria.
  • Después, háblale con calma y tranquilízalo mientras esperas a que llegue la ambulancia.
  • Si el niño pierde el conocimiento, ábrele las vías respiratorias y comprueba su respiración. Si respira, colócalo en la posición de recuperación. Si no lo hace, realízale el boca a boca y un masaje cardiaco.
  • Si el niño tiene su propia medicación, ayúdalo a administrársela o, si se está habituado, dásela tú misma.
  • Cuando llegue la ambulancia, seguramente le administrarán al niño una inyección de adrenalina. La adrenalina detendrá la reacción en pocos minutos, pues que el corazón lata más rápidamente relaja los músculos del canal respiratorio, reduce la hinchazón, mejora el flujo de la sangre y del cerebro.

Cómo administrar un autoinyector

El niño que sufre una alergia conocida puede disponer de su propia medicación en caso de ataque. Normalmente, el fármaco está en forma de jeringa o de autoinyector de epinefrina (adrenalina), prescrito específicamente para el pequeño.

  • En primer lugar, inyecta la medicación en el muslo a través de la ropa.
  • Sujeta el inyector con los dedos y extrae el capuchón protector.
  • Sujetando el inyector con el puño, coloca el extremo negro firmemente sobre el muslo del niño para administrar la medicación.
  • Frota el punto de la inyección.

Cómo prevenir un shock anafiláctico

  • Lo primero que hay que hacer es evitar las sustancias que puedan causar estas reacciones alérgicas graves.
  • Si tu hijo es alérgico a algún alimento, es importante leer atentamente las etiquetas y estar muy alerta en caso de que salgan a comer fuera.
  • Si la alergia es a la picadura de algún insecto o animal marino, hay que evitar acudir a lugares donde pueda encontrárselos.
  • Si la alergia ya está detectada, es importante que el niño lleve siempre consigo la inyección de adrenalina. No es necesario esperar a que desarrolle los síntomas. Es importante aplicársela lo antes posible.

 

Maria MasdeuMaria Masdeu
Periodista, especializada en temas de embarazo, maternidad, paternidad, bebés y niños