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Desmayo en el niño: las causas y cómo actuar
La forma de desmayo más común en el niño recibe el nombre de síncope. ¿Cuáles son los factores que lo provocan? ¿Qué deben hacer los padres si el niño pierde el conocimiento?
El síncope es la forma más común de desmayo en el niño. Se caracteriza por una pérdida súbita de la conciencia ligada a una brusca anoxia cerebral (carencia de oxígeno en el cerebro).
El niño está hipotónico, sudoroso y no responde a los estímulos. La presión arterial está por debajo de los niveles normales, el pulso es débil y las pupilas están dilatadas. Por lo general, el niño se recupera cuando se despierta.
Cuáles son las causas
- Las causas del desmayo en el niño pueden ser diversas y todas ellas estimulan el nervio vago. Este hecho ocasiona una reducción de la frecuencia cardiaca y la dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo por mediación del sistema parasimpático. La frecuencia cardiaca lenta y los vasos sanguíneos dilatados hacen que llegue menos cantidad de sangre al cerebro, provocando, así, el desmayo.
El síncope vasovagal es un desmayo de tipo reflejo. Existen síncopes situacionales que ocurren en determinados momentos, como al orinar, defecar, deglutir o toser.
- Las causas del síncope no se han aclarado por completo. No obstante, se cree que se presenta en personas con una carga venosa periférica excesiva. Este hecho produce una caída súbita del retorno venoso periférico. En consecuencia, se produce una disminución en el ritmo cardiaco por debajo de 60 latidos por minuto. Lo normal es de 60 a 100 latidos por minuto.
- Los factores desencadenantes del síncope vasovagal son distintos. Por ejemplo, cambios drásticos de posición (al levantarse muy rápido), estar de pie o sentado durante mucho tiempo, sufrir estrés emocional o cualquier dolor. También genera este tipo de desmayo ver sangre, propia o ajena, la exposición al sol y al calor, tener hambre, las aglomeraciones y todos los etcéteras que se quieran añadir y que puedan aumentar la actividad del sistema nervioso parasimpático. Tal es el caso de los espasmos del llanto en el niño pequeño o la hiperventilación en el escolar mayor o adolescente.
Puede haber otras causas de origen orgánico. Éstas pueden ser metabólicas (diabetes), cardiológicas, neurológicas, etc. Sin embargo, se acompañan de otros síntomas que hacen que el síncope sea algo previsible.
Cómo actuar ante un desmayo infantil
Cuando nos encontramos con un niño que está sufriendo un desmayo, nuestra forma de actuar debe ser la siguiente:
- En primer lugar, hay que aflojarle la ropa, levantarle las piernas para favorecer el riego cerebral y ponerle la cabeza girada hacia un lado. Esto ayudará a que la lengua no bloquee el paso del aire.
- Después, hay que tomar el pulso y, si es posible, auscultar el corazón, pellizcarle la piel y rociarle la cara con agua fresca.
- No hay que darle nada por la boca hasta la recuperación total.
- Mientras tanto, hay que mantenerle en la misma posición durante unos minutos.