Mordeduras de animales: cómo actuar

13 Dec 2023
Mordeduras de animales: cómo actuar

La mayoría de mordeduras que los niños sufren están ocasionadas por perros o gatos. Sin embargo, también pueden sufrir la de otros animales, como roedores, o picaduras de insectos. ¿Cómo tratar este tipo de lesiones?

La mayoría de mordeduras que los niños sufren están ocasionadas por animales. Sobre todo, por perros y gatos, y más raramente por otros animales domésticos o de granja (gallinas, conejos, etc.), o bien por roedores. Sea cual sea el "culpable", hay que prestar mucha atención para que la herida no se infecte a causa de las bacterias presentes en los dientes y en las uñas de los animales. Existe infección, si la piel se enrojece y se hincha alrededor de la herida, ésta desprende mal olor y se forma pus.

Riesgos y peligros de las mordeduras

El auténtico peligro que causa una mordedura de animal es si el niño contrae la rabia. Sin embargo, este riesgo es remoto, si el animal vive en una ciudad, donde, en general, los perros y los gatos están vacunados, o si se trata de un animal doméstico. El riesgo es un poco más elevado en las zonas de campo, donde los animales domésticos pueden estar contagiados por animales más salvajes o en el caso de que se trate de perros y gatos callejeros, o bien de roedores.

Qué hacer ante una mordedura de perro

La mordedura de un perro depende de su fuerza y de su tamaño. Y es que, en función de ello, puede tratarse de una herida superficial o bien llegar a lacerar los tejidos del niño. En este segundo caso, lo primero que hay que hacer es llevar al niño a un centro de urgencias cercano, para que limpien y mediquen la herida.

Por el contrario, en el caso de una mordedura superficial, puede bastar con la intervención de mamá o papá. Para una limpieza correcta, la herida debe limpiarse durante diez minutos bajo un chorro de agua corriente y limpiarse con jabón líquido. Hay que dejar que la herida sangre, con el fin de que los gérmenes nocivos se alejen del flujo sanguíneo. Para finalizar, hay que desinfectar la herida con una gasa empapada en algún producto desinfectante.

Si al niño le mordió un perro, un gato o un animal salvaje, hay que llevarlo a un hospital para que le pongan la vacuna antirrabia. El efecto de la vacuna dura diez años, por lo que, si el niño se vacunó con anterioridad, no es necesario volver a hacerlo.

Particularidades de las mordeduras de gato

En el caso de mordedura de un gato, si los colmillos perforaron la piel, hay que llevar inmediatamente al pequeño a urgencias. También hay que llevarlo si hay un sangrado abundante, y si la mordedura fue en la cara o cerca de un tendón o ligamento. Y es que la saliva de los gatos contiene bacterias muy peligrosas que pueden acarrear consecuencias indeseables. Antes, sin embargo, los padres deben limpiar profundamente la herida con abundante agua y jabón, y después desinfectarla con un antiséptico o desinfectante.

Una vez en el hospital, el tratamiento de la mordedura del gato dependerá de la profundidad de ésta y del grado de infección que presente. En el mejor caso posible, el tratamiento para la mordedura del gato consistirá en la administración de antibióticos y retirada del tejido dañado.

Sin embargo, si la mordedura se produjo cerca de un tendón, será necesario intervenir para limpiar la infección adherida al tendón y evitar que ésta siga creciendo y tenga consecuencias aún peores.

¿Debemos tomar precauciones ante avispas, arañas y roedores?

En el caso de picaduras de insectos, aunque la mayoría causen una molestia leve o fuerte, algunas pueden provocar reacciones alérgicas graves. Si esto sucediera, hay que acudir rápidamente a un centro de urgencias.

Por ello, es importante, cuando se trata de un niño, protegerlo con mosquiteros y con ropa que lo cubra, y tener cuidado de no acercarnos a panales o a plantas que estén floreciendo. Si el insecto se introduce en el vehículo, hay que parar despacio y abrir todas las ventanas. También hay que tener mucho cuidado con los recipientes que contengan líquidos azucarados, que pueden atraer abejas o avispas.

Si, aun así, el niño recibe la picadura de un insecto, se puede lavar la parte afectada con agua y jabón, e intentar quitar el aguijón presionando con una gasa en el área. Nunca apretando el aguijón ni utilizando pinzas. También se puede poner hielo en la picadura y, sobre todo, no hay que rascarla para evitar el riesgo de infección. En caso de una reacción alérgica, hay que acudir a un centro de urgencias.

En el caso de una picadura de araña, también se recomienda limpiar la zona con agua y jabón, y aplicar frío local indirecto. Si se produce una reacción, hay que acudir a urgencias. Para evitar este tipo de picaduras, hay que sacudir bien la ropa y las toallas antes de utilizarlas, separar las camas de las paredes y sellar con silicón las ranuras de puertas y ventanas.

En el caso de que la mordedura sea de un roedor, hay que acudir a un centro médico lo antes posible. Este tipo de heridas son muy dolorosas y puede tener consecuencias nefastas para la salud. Y es que los roedores pueden transmitir un gran número de enfermedades a través de la saliva.

Por ejemplo, la "fiebre por mordedura de rata" o sodoku, muy común en países asiáticos, la rabia, y la fiebre de Haverhill, que se da más en América, Australia y África, se deben a la mordedura de un roedor. En estos casos, hay que acudir a urgencias y actuar a tiempo para evitar complicaciones graves para la salud, como neumonía, meningitis o endocarditis.

Maria MasdeuMaria Masdeu
Periodista, especializada en temas de embarazo, maternidad, paternidad, bebés y niños