Así es el desarrollo y crecimiento de las niñas y los niños de tres años
Así es el desarrollo y crecimiento de las niñas y los niños de tres años
10 Nov 2023
¿Cuál debe ser su talla y peso? ¿Cuántas horas debe dormir? ¿Qué actividades y juegos son sus favoritos? ¿Qué tipo de cuentos e historias deberías leerle? Si quieres conocer y entender más a tu preescolar te damos una breve guía de los cambios y características propias de esta edad.
El tiempo vuela, ¿verdad? Ahora tu niña o niño ya tiene tres años. A esta edad es frecuente que los peques ingresen al kínder. Comenzará a vivir nuevas experiencias. Aprenderá a socializar, ampliará su lenguaje y adquirirá nuevas habilidades y destrezas.
Te vas a sorprender cómo tu peque es cada vez más autónomo e independiente. Y que solito podrá realizar algunas actividades de la vida diaria, como vestirse y ponerse los zapatos. A los tres años de edad las niñas y niños comienzan a hacer muchísimas preguntas.
Prepárate para los interrogatorios: ¿Qué es? ¿Para qué? y ¿Por qué? Tu hijo estará deseoso de aprender nuevas cosas, pero también de iniciar una conversación contigo. Si todavía no has promovido el hábito de la lectura, será momento de que lo hagas.
Elijan cuentos de sus temas y personajes favoritos que fomenten algún valor, como el amor y la amistad. Asimismo, procura leerles antes de dormir. Tanto tu peque como tú, disfrutarán de ese momento.
Pero sin más preámbulo, adentrémonos al mundo de los peques de tres años para conocerlos mejor y entender y satisfacer sus necesidades.
Un pequeño de tres años puede actuar de forma reflexiva y cada vez será menos frecuente que se deje llevar por sus impulsos, así que vete despidiendo de los berrinches frecuentes, como pudo haber sucedido en etapas anteriores.
Tu niña o niño está en una edad maleable. Si todavía no has propiciado la formación de hábitos de limpieza, orden, cortesía, alimentación, etcétera, inicia cuanto antes.
Recuerda que a los tres años tu peque está en una etapa egocéntrica, en la que le cuesta trabajo ponerse en el lugar del otro, sin embargo, verás que, poco a poco, conforme va creciendo, la capacidad de ser empático comienza a desarrollarse.
Cambios físicos
El crecimiento de los preescolares no es tan veloz como en los primeros años de vida. Los cambios físicos más significativos que vamos a observar a los tres años de edad son:
La dimensión de la cabeza es más proporcionada con relación al cuerpo.
Los músculos del abdomen adquieren firmeza. El tronco, los brazos y las piernas se vuelven más largos.
Respecto a la altura y el peso de tu hijo, es importante que lo conozcas para saber si está teniendo un desarrollo y crecimiento adecuados. Sin embargo, el pediatra es el único que puede hacer un seguimiento y valoración, pues no todos los niños y niñas se desarrollan de la misma manera y al mismo tiempo.
Aunque tu hija o hijo esté fuera del promedio, esto no significa que tenga algún problema de crecimiento. “Hay niños y niñas sanas de todos los pesos y tamaños, y un niño ubicado abajo del promedio puede estar tan sano como otro ubicado arriba del promedio”, de acuerdo con el equipo médico del Centro Pediátrico del Crecimiento Sequoia, ubicado en la Ciudad de México.
A continuación te compartimos los parámetros normales de peso y talla para infantes de 36 meses de edad (tres años), de acuerdo con los patrones de crecimiento infantil de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
Niñas: Peso 14.13Kg Talla: 96.1 cm
Niños: Peso 13.9 kg Talla: 95.1 cm
Hablemos del sueño
A esta edad, el sueño será más profundo durante la noche. No obstante, para algunos niños llegar a dormirse puede llegar a costarles más trabajo que antes debido a la ansiedad que produce la separación. Acuéstate con él o ella para que se sienta acompañado y logre conciliar el sueño. También puedes dejar una lámpara encendida con luz tenue y uno de sus juguetes o peluches favoritos.
Cabe señalar que para los niños y niñas de tres años los sueños son tan reales, que tener una pesadilla hará que despierten llorando y crean que lo que soñaron sucedió en realidad. Si los terrores nocturnos son persistentes, es señal de que tu peque está sometido a mucho estrés ¡Averigua qué le pasa!
La calidad del sueño de tu hija o hijo también dependerá de las horas de descanso. Asegúrate de que tu peque duerma de 10 a 13 horas cada 24 horas, incluyendo siestas, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos.
¿Ya notaste que tu hija o hijo está logrando mayor equilibrio de su cuerpo? Tu peque está perfeccionando la estabilidad y la fluidez en sus movimientos corporales. Es una edad en la que los niños se vuelven cada vez más autónomos e independientes ¡Dales la oportunidad de que practiquen!
En muchas ocasiones, debido a las prisas, “los adultos les damos de comer en la boca y hasta los vestimos, pero es tiempo de dejar que los niños comiencen a practicar y a hacer las cosas por sí solos, aunque se equivoquen y se pongan al revés el suéter”, señala el pediatra Juan Carlos Carrera, certificado por el Consejo Mexicano de Pediatría.
Para el especialista, entre los logros que una niña o niño de 3 años ya pudo haber alcanzado están:
A la edad de tres años, una niña o niño promedio sabe y utiliza entre 200 y 1000 palabras. Y es común que hagan preguntas constantemente sobre algo que les interesa con el objetivo de saber más del mundo que los rodea. Día a día perfeccionará su articulación y ritmo de lenguaje. Y será capaz de:
Expresar secuencias de tiempo y espacio.
Narrar dos eventos sencillos en el orden en el que ocurrieron.
Contestar a preguntas simples.
Pronunciar su nombre
Hacer preguntas del tipo ¿por qué?
Relatar un cuento corto con ayuda de dibujos.
Esta es una etapa en la que tu niña o niño disfruta mucho los cuentos y las historias, por ello, procura leerle todas las noches. Busca libros que sean acordes a su edad e intereses. Visiten bibliotecas y librerías para que descubras qué temas son de su interés.
Para favorecer el desarrollo del lenguaje de tu niña o niño, procura decirle oraciones completas y hablarle de manera correcta, sin cortar palabras ni tratar de imitar la forma en la que él o ella se expresa verbalmente.
Comienzan a prestar más atención a los adultos y a los niños que no son de la familia. Empieza a socializar con sus compañeros de la escuela a través del juego. Y, en consecuencia, adquiere habilidades para compartir juguetes de manera espontánea. Y desarrolla la capacidad de aceptar tratos y acuerdos cuando se presenten discrepancias o conflictos entre pares.
Los niños y niñas a esta edad son muy fantasiosos. Mamá y papá tenemos que estimular su imaginación y creatividad porque aprenden jugando. “El juego es parte primordial del desarrollo neurológico de los niños. Tenemos que darles tiempo de calidad a los niños durante el juego”, aconseja el doctor Carrera.
