El mundo de hoy no se puede concebir sin dispositivos electrónicos ni pantallas. Ellos son parte de nuestra vida cotidiana y la de nuestros hijos, pues los usamos para casi todo.
Sin embargo, muchas mamás y papás nos preocupamos respecto a si lo que están viendo o el tiempo que pasan en ellos puede tener repercusiones en su salud mental y física.
La sugerencia de los expertos en bienestar infantil es que, antes de los 2 años, cuando los menores se encuentran en un estado temprano de desarrollo cognitivo y físico, no les permitamos su uso, ya que el cerebro infantil no está preparado para recibir tantos estímulos,pero una vez alcanzada esta edad ya podrían hacerlo. De los 2 a los 5 años los niños podrían pasar hasta una hora al día, de acuerdo con la Academia Americana de Pediatría y la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente. De los 6 en adelante, hay que llegar a un acuerdo para establecer los límites con nuestros hijos.
Poner límites en su uso
Eso sí, hay que tomar elecciones inteligentes, como apostar por contenidos con valor educativo. Al respecto, el Doctor Rich, director de The Digital Wellness Lab, señala que es muy importante no restringir el uso de pantallas a los niños simplemente porque sí, sino, en su lugar, alentarlos a que las usen de forma activa: "El uso interactivo de las pantallas, como el que proporcionan las aplicaciones educativas, puede despertar la curiosidad de los niños, hacer que señalen con el dedo y exigir que cuenten su historia y respondan sus preguntas".
Y en este mundo tan competitivo y que avanza a pasos agigantados, por supuesto que es necesario que nuestros hijos estén a la vanguardia en estos temas, o de lo contrario los estaríamos privando de habilidades y conocimientos valiosísimos.
Así pues, cuando nuestros peques lleguen a los 2 años, ya podríamos pensar en su acercamiento al mundo digital. Y no hay que tardarnos en hacerlo, sugiere la Dra. Suzanne Barchers, autora de más de 300 libros para niños y educadores y Directora de la Junta Educativa de la aplicación Lingokids, que explica que retardar el uso de los dispositivos en los niños, puede hacerlos correr el riesgo de quedarse atrás en la adquisición de conocimientos tecnológicos.
La Mejor Aplicación de Aprendizaje en 2022 y 2023
Lingokids encuestó a 1,800 padres con niños de entre 2 a 8 años dando como resultado que 1 de cada 3 padres mexicanos está preocupado por la adicción de sus hijos a las pantallas. Mientras que el 70% expresó estar intranquilo por el contenido que no promueva el desarrollo cognitivo de sus hijos, el 74.5% dijo estar preocupado por aquel que promueve la violencia.
Esto nos dice mucho de lo que vivimos en el día a día con nuestros peques que, de pronto, ¡no quieren soltar los dispositivos! ¿Qué podemos hacer mamás y papás, entonces, para estar más tranquilos y entender que la tecnología también puede impactar positivamente a nuestros niños?
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El uso activo de las pantallas
Justamente el objetivo de este estudio conducido por Lingokids, además de mostrar hábitos y preocupaciones, es dar repuestas a las dudas de quienes tenemos hijos, por eso contó con el apoyo de Regina Ascencio, pedagoga, neuropsicóloga y creadora de “Formar Hoy” y el Dr. Michael Rich, director de The Digital Wellness Lab, quienes en conjunto elaboraron un estudio muy completo en el que llegan a conclusiones muy interesantes que desde ya deberíamos poner en práctica para mejorar la relación que tienen nuestros hijos con los dispositivos:
Las pantallas no son el problema, sino ciertos contenidos y un tiempo excesivo.
Un uso activo de las pantallas, es decir, de calidad, educativo y adaptado a la edad de los niños otorga beneficios en el desarrollo de sus habilidades académicas y socioemocionales.
El uso pasivo de las pantallas, es decir, de baja calidad y sin contenido educativo, daña y perjudica su desarrollo cognitivo, además de que no promueve el indispensable ejercicio físico ni las interacciones y habilidades sociales de los niños, ni los hace pensar ni aprender nuevos temas.
Se debe monitorear, por encima del tiempo, el tipo de contenido al que se exponen, asegurando que sea adecuado para su edad, seguro y sin anuncios. Por eso importante que los adultos les busquemos plataformas 100% seguras a nuestros hijos, que no proyecten anuncios y protejan los datos de los niños. Y aplicaciones de aprendizaje como Lingokids son herramientas por las que hay que apostar, pues bastan unos minutos de juego al día para que los chicos aprendan habilidades académicas como socioemocionales a través del juego, en inglés, al ser un entorno totalmente concentrado en este idioma. El diseño cuidado y atractivo de los personajes de esta plataforma es un plus que se complementa con todo un universo de actividades, como canciones, juegos, rompecabezas, quizzes y libros digitales.
Los padres deben también deben estar conscientes del tiempo que pasan en sus dispositivos; ellos son el principal ejemplo para sus hijos. Si los chicos ven que mamá y papá pasan horas y horas metidos en el celular, lo tomarán como algo bueno. Hay que tener cuidado con los mensajes que se transmiten con estas acciones tan cotidianas.
Hay que tener una conversación abierta y clara con los niños sobre las ventajas y desventajas de la tecnología y el uso de dispositivos. Ellos deben saber que no se trata de imponerles horarios, programas o aplicaciones, sino que entiendan que los límites y las elecciones que hacen mamá y papá son algo positivo.
La próxima vez que tu peque te pida el celular o la tablet, recuerda que el balance y la moderación son clave. No les niegues su uso, mejor ten presente que la tecnología enriquece nuestra percepción del mundo, pero no debe convertirse en nuestro mundo, ni en el de tus hijos.
