Durante el embarazo los cambios físicos y hormonales que vive la futura mamá conllevan alteraciones bruscas en el estado de ánimo y también en la memoria y la concentración. Así es que, si notas que con el crecimiento de tu pancita aumentan los despistes y los fallos de memoria, no debes preocuparte, ya que es totalmente normal. Es posible, incluso, que cuando haya nacido el bebé estos problemas continúen durante un tiempo debido a la falta de sueño y descanso. Se trata de algo pasajero. Sin embargo, mientras dure puede ser fastidioso y molesto. Te damos algunos consejos para evitar tanto despiste:
- Duerme y descansa. La falta de sueño afecta a cualquier persona, aumentando sus olvidos e impidiendo que piense con claridad. Sin embargo, durante el embarazo es normal sufrir de insomnio o, ya durante el tercer trimestre, te puede resultar difícil dormir porque no encuentras una postura agradable con el peso del abdomen. Si durante la noche no duermes bien, es importante que a lo largo del día te tomes un ratito para descansar, de ser posible, con una siesta.
- Haz una sola tarea. Es decir, evita empezar a hacer una cosa y pasar a otra antes de terminarla, ya que es más fácil que olvides lo que estabas haciendo. Hacer las cosas de una en una te permitirá estar más concentrada.
- Realiza ejercicios mentales. La lectura, los juegos de concentración o los pasatiempos son buenas maneras de entrenar el cerebro.
- Intenta ser ordenada. No dejes las cosas en cualquier sitio, sino siempre en el mismo para evitar el no encontrarlo más adelante: una carpeta para guardar todos los papeles del médico con tus revisiones, otra para las ecografías, etc.
- Apunta las cosas en una libreta. Es una buena manera de que no se te pase nada: si quieres compartir una idea con tu pareja, anotar la lista de la compra o apuntar la hora en la que empieza una película que quieres ver.
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