Haptonomía: qué es y cómo se hace

12 Dec 2023
Haptonomía: qué es y cómo se hace

Significa “ciencia del tacto”, y es una técnica relativamente reciente. Consiste en establecer cierto contacto con el bebé durante el embarazo masajeándolo y sintiendo sus movimientos.

La haptonomía es una ténica que nace en Holanda en los años 70, en el Instituto de la Comunicación Haptonómica, dirigido por Frans Veldman, y se desarrolla en Francia poco después. En cambio, en países como México, esta técnica no es muy conocida. Se puede poner en práctica a partir de los cinco meses de embarazo, aproximadamente, cuando se empiezan a percibir los movimientos fetales, y se puede prolongar hasta el final de la gestación. Con la haptonomía, a través de la pancita y mediante determinados movimientos, los futuros papás pueden comunicarse con el bebé que crece en la pancita, masajeándolo y sintiendo sus movimientos.

Cómo se practica la haptonomía en el embarazo

En primer lugar, es preciso hacerse una idea clara de cuánto espacio ocupa el útero, para poder imaginar también el tamaño del bebé. Es el primer paso para que los futuros padres puedan comunicarse con su hijo que crece en la pancita.

• Toma un metro y acuéstate en el suelo, sobre una colchoneta. Con las puntas de los dedos, palpa la pancta buscando el fondo del útero, la parte más alta del órgano, que, a los cinco meses, debería encontrarse alrededor del ombligo, donde deberías notar una zona más abultada, la sensación de tener algo redondeado debajo de los dedos. A esta altura, coloca el metro y, después, baja hasta llegar al hueso del pubis. De esta manera, medirás la altura del útero, que suele coincidir con la semana de embarazo. A las 20 semanas de embarazo​, si el niño está colocado en sentido longitudinal, la altura del útero debería ser de 20 centímetros.
• Para confirmar la posición del bebé, sitúa las manos a los lados de la pancita, presionando ligeramente con las palmas, como si quisieran unirse. Si encuentras una pequeña resistencia, significa que estás tocando la cabeza y los pies (o sus pompitas). En cambio, si las manos casi se encuentran, el niño está colocado en sentido longitudinal.
• Continúa acostada, inhala profundamente e imagina que el aire tiene un color (el que prefieras) y que baja desde el tórax hacia el abdomen para envolver el cuerpo del pequeño. Después, durante la exhalación, imagina que el aire sale lentamente por el ombligo y siente que la pancita se deshincha y que las paredes del útero abrazan su cuerpo.
• Después de respirar, empieza el ejercicio de haptonomía: durante la exhalación, mientras la pancita se deshincha, apoya las manos sobre el abdomen y busca los “límites” del niño con los dedos (tal y como se ha explicado anteriormente), rodéalo como para abrazarlo y mueve las manos, imaginando que lo acunas. Envíale pensamientos positivos, hazle sentir todo tu amor, que, a través de tu respiración, crece dentro de ti como una flor. A continuación, realiza una pausa de unos segundos y observa su reacción: muchas veces, el pequeño se hace notar, moviéndose y dando patadas​.
DIRECTORA EDITORIAL MI BEBÉ Y YO. Experta en temas de embarazo, maternidad y paternidad, bebés y niños, y coordinadora de nuestra Agenda de Crecimiento.