Cuando te dicen que estás embarazada, inmediatamente se te activa el deseo de llevar una vida más saludable. En este sentido, la alimentación juega un papel importante en el embarazo.
Por un lado, debes tomar ciertas precauciones en la mesa para evitar enfermedades como a tite="Toxoplasmosis: qué es y cómo evitarla" " " ">"a toxoplasmosis. Pero, por otro lado, puedes aprovechar los nueve meses de gestación para mejorar tus hábitos en la mesa. Lo que aprendas acerca de la alimentación durante el embarazo es algo que debes tener siempre presente, también durante a title="Lactancia del bebé"""""la lactancia</a>.</p><p>En primer lugar, <trong>resulta esencial tener presente la pirámide alimentaria,</strong> con las recomendaciones de los expertos.</p><p><strong>El siguiente paso para comer de forma más saludable y equilibrada </strong>es elegir adecuadamente los alimentos en el momento de comprarlos.</p><p><strong>También debes tener presente que durante el embarazo <a title="Calculadora de peso en el embarazo" hr" ta" re">no"debes aumentar exageradamente de peso, ni mucho menos. Debes hacerlo de forma controlada y pautada. Durante el primer trimestre, no aumentarás demasiado de peso, en el segundo, unas 300 calorías y, en el tercero, un poco más de 450 calorías.
Por lo tanto, no hay ninguna necesidad de comer el doble de lo habitual. Las vitaminas y los minerales son especialmente valiosos para el cuerpo de la futura mamá. Así es que prevalece la calidad de los alimentos por encima de la cantidad. El médico será el encargado de orientarte en este sentido.
Sin embargo, hay siete pautas que no debes olvidar. ¡Toma nota!
1. Comer siete porciones de fruta y verdura al día
La mejor manera de asegurar la presencia de vitaminas y minerales en tu organismo es comiendo frutas y verduras. Lo ideal es comer siete porciones de frutas y verduras al día. Para lograrlo, incluye una porción de estos alimentos en cada comida del día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Consume dos piezas de fruta o de verdura en el desayuno y cena.
2. Incluir cinco colores de alimentos en cada plato
Cuando prepares los platos, intenta que haya cinco colores de alimentos diferentes. En una macedonia, agrega un alimento de color amarillo (plátano), otro verde (kiwi), otro rojo (fresas), otro azul (arándanos) y uno naranja (mandarina). Cuanto más coloridos sean los platos, más diversidad de vitaminas y minerales habrá en los alimentos que consumas.
3. Elegir productos de temporada
A la hora de elegir las frutas y las verduras, selecciona las de temporada, ya que son alimentos más frescos y de proximidad. En otoño, por ejemplo, los alimentos de temporada son, entre otros, las manzanas, los tejocotes, las uvas y las granadas. Come los alimentos que correspondan a la estación del año en que nos encontremos.
4. Consumir alimentos frescos y ricos en agua
Durante los nueve meses de gestación, debes hidratarte adecuadamente. Bebe una buena cantidad de agua al día, pero también come alimentos frescos y con propiedades hidratantes como, por ejemplo, las frutas. Las verduras también son muy ricas en agua. Las infusiones son un rico y saludable complemento líquido después del desayuno o la cena.
5. Apostar por los productos de proximidad
Los alimentos producidos localmente son, generalmente, más frescos. Por lo tanto, es mejor elegir los alimentos cultivados cerca de casa. Esto significa, no solamente comprar los productos denominados "orgánicos", sino también prestar atención al origen de todo lo que compras. Aprende a leer las etiquetas, de esta forma, tu alimentación ganará en calidad.
6. Condimentar los platos con aceite de oliva virgen
Es el mejor aceite para cocinar, ya es el que aporta más beneficios para al organismo. Eso sí, debes tener presente que una cucharadita corresponde aproximadamente a 100 calorías. Así que debes consumirlo con moderación. Con tres cucharaditas se llega a las 300 calorías diarias recomendadas durante el embarazo.
7. Dosificar a conciencia la cantidad de sal
La sal se debe limitar tanto como sea posible. De hecho, la mayoría de alimentos nos aportan la sal necesaria para nuestro cuerpo. Pero si te resulta difícil comer sin sal, hazlo, pero con moderación. Intenta utilizar hierbas aromáticas para condimentar los platos: salvia, albahaca, romero o menta. Son ricas en oligoelementos y antioxidantes, buenos para la salud.