¿A qué edad el bebé duerme toda la noche?

Los primeros meses del bebé son muy complicados para las madres, porque el recién nacido marca su vida según un ritmo básico: alimentación-sueño. Y no importa si es de día o de noche. La mamá debe satisfacer las necesidades básicas de su pequeño y su estómago es demasiado pequeño como para contener suficiente leche durante más de tres o cuatro horas. 

La buena noticia es que, en general, esta situación tiende a mejorar con el paso de los meses y, obviamente, es transitoria, si el niño no tiene otros problemas.

Muchos recién nacidos adquieren un buen patrón de sueño entre el quinto y el sexto mes. Sin embargo, hay bebés dormilones que hacen felices a mamá y a papá ya desde el segundo mes y otros bebés a los que les cuesta dormir hasta que cumplen un año.

Como siempre, todos los niños no son iguales y tienen necesidades diferentes. En torno a los 4-6 meses, el bebé ya es capaz de comer más y puede dormir hasta seis horas seguidas sin tomar leche.

¿Cómo ayudarle a dormir mejor?

Para ayudar a dormir mejor al bebé, es importante marcar una rutina y “enseñarle” cuándo es la hora de dormir. Naturalmente, no puedes obligarle a dormir si no quiere, pero puedes crear ciertas rutinas durante el día y especialmente por la noche, para ayudarle a lograr un ritmo equilibrado de sueño y de vigilia.

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¡Cuidado con la alimentación complementaria!

Durante las primeras semanas de la introducción de la alimentación complementaria, los pequeños pueden sufrir alteraciones en el sueño. ¿Por qué? La introducción de los alimentos sólidos (en torno al sexto mes) puede resultar un poco problemática.

En primer lugar, es posible que el bebé no coma mucho, porque rechaza esa nueva textura de los alimentos a la que no está acostumbrado.

La segunda razón está relacionada con la digestión: los nuevos alimentos distintos a la leche, a veces, pueden alterar su estómago. Algunos pequeños tienen que lidiar con trastornos como el estreñimiento, la diarrea o los gases. Es un fenómeno transitorio, pero a menudo es el sueño de toda la familia el que paga el precio.

Ocho meses: antes dormía y ahora, no… 

Hay bebés que ya duermen tranquilos durante toda la noche a los dos meses. Los padres se sienten muy afortunados, porque no saben lo que significa no pegar ojo. Sin embargo, llegan los 8-9 meses y el pequeño parece retroceder: no quiere quedarse dormido, se despierta a menudo en mitad de la noche y reclama a sus padres. Hay bebés, incluso, que vuelven a pedir la toma nocturna que ya habían dejado. ¿Por qué?

Las causas de que antes durmiera bien y ahora no pueden ser diferentes:

• La más común es la ansiedad por separación de la madre, que se presenta en esta fase de crecimiento y que es más fuerte en los pequeños que, a esta edad, empiezan la guardería.
• Otro factor podrían ser los dientes: las molestias de la dentición pueden alterar el descanso del pequeño. También, en este caso, se necesita mucha paciencia, pues todo esto se superará pasado un tiempo.

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