‘Duérmete niño’, un método para aprender a dormir

La forma de enseñar a dormir a los niños del pediatra Richard Ferber se ha popularizado a través del Doctor Eduard Estivill, con su libro ‘Duérmete niño’. Este libro ha sido traducido a 22 idiomas y, con él, se ha intentado hacer dormir a millones de niños. El Doctor Eduard Estivill es un gurú para algunos padres, y cruel, para otros.

Además de problemas de cansancio y mal humor, no dormir bien tiene diversas consecuencias. En los lactantes y los niños pequeños, provoca irritabilidad, falta de atención, llanto fácil, o posibles problemas de crecimiento. En los niños, puede causar fracaso escolar, timidez, inseguridad o mal carácter.

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El método de ‘Duérmete niño’

El Doctor Eduard Estivill asocia la acción de dormir con elementos externos que condicionan cómo y de qué forma se queda dormido el niño. Estos elementos externos tienen su influencia durante el aprendizaje del sueño. Si el niño se duerme al mecerlo, se despertará cuando cese el vaivén; si se duerme con la madre y se despierta en la cuna, se asustará; si se duerme mientras come, el cambio le despertará.

Así, el método indica que, si se quiere que el niño duerma solo, deben evitarse todos los elementos que implican la intervención de un adulto. Para dormir al niño, no debemos mecerlo, ni en brazos ni en la cuna, darle la mano, cantarle, pasearlo, acariciarlo, darle de comer, o ponerlo en la cama de los padres.

Lo que sí podemos hacer es darle al niño cualquier elemento que pueda tener a su lado a lo largo de toda la noche como: un peluche, un chupón, una mantita, o una prenda de ropa.

En función de su edad, los niños tienen distintas necesidades de sueño. Además, su capacidad para comprender también varía con la edad, por lo que aprender a dormir también va cambiando. Si decidimos aplicar el método de ‘Duérmete niño’, deberemos hacerlo lo antes posible, ya que cuanto antes empecemos más fácil será que el niño aprenda a dormir.

Un método cuestionado

El método de ‘Duérmete niño’ tiene numerosos detractores, de la misma manera que los métodos de Richard Ferber, Annette Kast-Zahn o Hartmut Morgenroth, ya que dejar llorar al niño resulta muy doloroso para muchos padres. Numerosos expertos consideran que este método, aun pudiendo ser efectivo en algunos casos, puede tener repercusiones negativas en los niños, llegando a causarles trastornos psicológicos y emocionales.