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Congestión nasal en niños: los mejores remedios
La congestión nasal es un trastorno muy frecuente en los más pequeños, que puede resultar muy molesto. Te explicamos cómo es el aparato respiratorio del niño, por qué se produce la congestión nasal y qué remedios existen para aliviarla.
Dr. Luis González Trapote
Pediatra. Grupo para la Investigación y Docencia en Pediatría Extrahospitalaria (GRINDOPE)
Supervisión científica.
A tu hijo le "gotea" la nariz, la tiene tapada y le cuesta respirar. Por eso duerme mal: durante la noche, se despierta, y de día, está cansado e irritable. Te explicamos cuáles son las causas de la congestión nasal en niños y algunos remedios para la nariz tapada. Pero, antes, conoce también cómo es el aparato respiratorio de los bebés y de los niños.
Cómo es el aparato respiratorio de los niños
En los primeros meses de vida, los bebés solo saben respirar bien por la nariz. Hasta los seis meses, su aparato respiratorio no adquiere la madurez suficiente para alternar la respiración nasal con la oral.
De todos modos, respirar por la nariz es la forma más cómoda y saludable de respirar, ya que las fosas nasales permiten regular la humedad y la temperatura del aire inspirado. También actúan como filtro para posibles agentes nocivos.
Cuando los bebés son muy pequeñitos, la estructura de las vías respiratorias altas (fosas nasales, senos paranasales y boca) todavía es inmadura:
- Los bebés tienen el conducto que comunica el oído medio con la faringe, que se denomina trompa de Eustaquio, en posición más horizontal y es más corta y estrecha que en los niños mayores y los adultos. Esto hace que el drenaje de la mucosidad del oído sea más difícil y que el moco se acumule con mucha facilidad.
- Su paladar blando se encuentra muy cerca de la epiglotis (el cartílago que impide que el alimento pase al aparato respiratorio cuando come). Esto dificulta el paso del aire a través de la boca.
- Las fosas nasales del bebé tienen un diámetro pequeño, por lo que cualquier obstrucción en la nariz provoca dificultades no solo en la respiración, sino también en la alimentación o el sueño, afectando a su completo bienestar.
Cómo se produce la congestión nasal en los niños
La congestión nasal en los niños puede deberse a una posible rinitis alérgica, o bien a un simple resfriado. ¿Qué sucede en cada uno de los casos?
Cuando la causa es una rinitis alérgica
- El niño hace una serie seguida de estornudos, en salvas, acompañados de rinorrea (goteo nasal) líquida y transparente.
- También tiene la sensación de prurito, que le obliga a hurgarse, rascarse o frotarse la nariz a menudo.
- A veces, la rinorrea puede no aparecer, sin embargo, el niño tiene la nariz tapada, debido a la hinchazón o al edema que se desencadena en la cavidad nasal por unas sustancias, como los ácaros del polvo, que casi siempre están presentes en el ambiente. Sin embargo, este trastorno casi nunca se presenta durante el primer año de vida.
- La rinitis alérgica está provocada por sustancias, llamadas alergenos, que se depositan sobre las mucosas nasales y desencadenan una inflamación, mediada por anticuerpos específicos, llamados IgE. Entre los alergenos más comunes se encuentra el polen, los ácaros, el pelo de gato, etc.
Cuando la causa es un resfriado
- En caso de resfriado, las secreciones nasales están presentes, pero, en lugar de transparente y líquidas, pueden ser amarillo-verdosas y densas. Este aspecto podría deberse a una sobreinfección por bacterias.
- A menudo, también aparece fiebre y tos seca.
- La causa de los resfriados son virus de la familia rinovirus y virus gripales, que agreden las mucosas nasales y se multiplican mejor en ambiente húmedos. Normalmente, se registran tres epidemias al año: al inicio de la época escolar, en enero y entre abril y junio.
- En ocasiones, el resfriado simple se complica, afectando a los bronquios y a los bronquiolos (bronquiolitis), que el pediatra reconoce por los típicos "silbidos" que el aire produce cuando estas vías respiratorias están estrechas.
Remedios caseros para la congestión nasal de los niños
- En caso de rinitis, además de las medidas farmacológicas que el pediatra puede prescribir, es preciso eliminar el agente irritante, si se conoce, airear la casa y evitar las temperaturas demasiado elevadas. También hay que liberar la nariz de moco e intentar que el pequeño beba toda el agua que pueda a pequeños sorbos.
- En caso de resfriado, es importante, sobre todo, la higiene nasal y que el pequeño beba agua, pues ayuda a fluidificar y eliminar el moco.
Cómo ayudarle a liberarle de la congestión nasal
Pero, ¿cuál es la mejor manera de realizar un lavado nasal al pequeño que ayude a liberarle de la congestión nasal?
Agua con sal o suero fisiológico
Hasta que el niño no aprenda a sonarse la nariz solito, y para evitar que el moco se estanque en caso de congestión nasal, los pediatras aconsejan realizar lavados nasales para eliminar la mucosidad de manera mecánica, por arrastre.
Hay estudios que demuestran que en la preparación casera de agua con sal, la solución conseguida difiere mucho del suero fisiológico, siendo en muchos casos una solución hipertónica.
Solo así la nariz se libera, el pequeño puede respirar mejor y se evitan las molestas acumulaciones de secreciones. Se trata de una sana costumbre, que también es eficaz para prevenir, quizás, las complicaciones de los resfriados y de las rinitis alérgicas a cualquier edad.
- Para la higiene diaria basta con una pequeña cantidad de solución fisiológica o agua de mar esterilizada, a temperatura ambiente, que se introduce en el orificio nasal mediante una fina y suave pulverización, en los formatos en spray, o mediante un tubito de plástico semiblando que contiene una monodosis del producto.
- Para eliminar la mucosidad, el lavado se debe efectuar con la cabecita del niño ligeramente inclinada hacia un lado, introduciendo con cuidado el extremo del aplicador en el orificio nasal que queda arriba. El líquido, dependiendo del volumen de suero aplicado, saldría por el orificio nasal inferior, expulsando, así, la mucosidad.
- La operación debe repetirse en la otra fosa nasal, girando la cabecita del bebé hacia el lado contrario.
- Es importante evitar ejercer una fuerte presión a la hora de aplicar el producto. Una presión suave es suficiente para limpiar bien toda la cavidad nasal y evita que la mucosidad se propague al oído. Se trata de una limpieza por arrastre y no por presión, que, aparte de molesta, puede ser perjudicial.
¿Cuándo y cómo se enseña al niño a sonarse la nariz?
- Depende mucho del niño, pero, hasta los cuatro o cinco años, es raro que se haga bien. Para aprender a sonarse bien la nariz se necesita una cierta coordinación motriz que, en general, no se alcanza antes de esa edad. Y es un gesto que debe enseñarse con cuidado.
- La regla principal es tapar un orificio nasal, de manera que el chorro de aire de detrás expulse la mucosidad por la fosa nasal no ocluida. Solo así las fosas nasales se liberan sin generar presión en el oído.