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Cólicos del lactante: los consejos del pediatra
Se trata de un trastorno muy frecuente que afecta a uno de cada cuatro bebés en las primeras semanas de vida. Te explicamos cómo identificarlo y cuáles son las señales de alarma a las que debes prestar especial atención.
Cuando un bebé llora, puede hacerlo por múltiples motivos: gases, frío, hambre, dolor, soledad… Poco a poco, la madre y el padre aprenden a conocer a su hijo y a identificar a qué causa corresponde el llanto.
Sin embargo, existe una clase de llanto incontrolable e irritante que puede ser algo más y que puede llegar a desesperar a todos los padres. Se trata de las lágrimas provocadas por los cólicos del lactante. Para identificarlos, suele ayudar conocer esta afección y distinguir sus principales características.
¿Qué son los cólicos del lactante?
- El cólico del lactante es un síndrome conductual propio de los bebés con edades comprendidas entre uno y cuatro meses, que se caracteriza por períodos prolongados de llanto y malestar difíciles de calmar, que se desencadenan sin causa aparente.
- Es más probable que los episodios ocurran por la tarde-noche y su mayor intensidad suele darse entre las 4-6 semanas después del nacimiento del bebé, y van disminuyendo poco a poco a partir de las 12 semanas de vida.
- En la mayoría de los casos de cólico del lactante, no existe prueba alguna de que el llanto esté causado por dolor abdominal o en cualquier otra parte del cuerpo. No obstante, es habitual que los padres atribuyan el origen del llanto a dolor en el abdomen de carácter digestivo.
Claves para reconocer el trastorno
Para saber si nuestro bebé está sufriendo un cólico de lactante, desde el punto de vista médico, los criterios diagnósticos son tres:
- El lactante tiene que ser menor de cinco meses de edad.
- Debe haber sufrido episodios recurrentes y prolongados de llanto, queja o irritabilidad, que ocurren sin causa aparente y no pueden ser prevenidos ni resueltos por los cuidadores.
- No debe haber evidencia de alteración del crecimiento, fiebre o enfermedad asociada.
De manera habitual, el cólico de lactante tiene una incidencia de episodios de llanto o queja de tres o más horas diarias durante tres o más días a la semana. La distribución mundial es muy variable y depende de la percepción de los padres y de influencias culturales, entre otros factores.
Síntomas característicos y tratamiento para aliviar al bebé
- Los bebés con cólico del lactante muestran una expresión facial de dolor, en ocasiones, asociada a distensión abdominal, aumento de gases, eritema corporal y flexión de piernas sobre el abdomen, elementos que no constituyen por sí solas claves diagnósticas indicativas de dolor o enfermedad orgánica.
- Podemos decir que más de un 90% del tratamiento se basa en ayudar a los padres a superar este período de desarrollo del bebé, ya que no es posible “curar” como tal el cólico.
- En casos intensos, se recomiendan ensayos terapéuticos limitados en el tiempo para descartar alergia a las proteínas de la leche de vaca, dado que esta patología puede presentar signos y síntomas muy similares.
- Aunque, en ocasiones, se atribuyen algunos síntomas a episodios de reflujo gastroesofágico por parte de los padres, no hay evidencia de que el tratamiento antirreflujo disminuya los episodios de llanto.
- Las maniobras de balanceo rítmico en un ambiente relajado, los sonidos monótonos y las vibraciones pueden tranquilizar al lactante, si bien, muchas veces, el llanto se reanuda nuevamente en cuanto cesa la maniobra.
- El pediatra es el que debe realizar una valoración de las necesidades de los padres y de sus puntos vulnerables, de forma que les reafirme en sus cuidados y les proporcione el apoyo informativo más beneficioso posible.
¿Cuándo acudir al pediatra?
Los signos de alarma que los padres deben tener en cuenta son los siguientes:
- Se debe consultar a un pediatra si el lactante presenta problemas asociados de alimentación, no gana peso de forma adecuada o su reflejo de succión no es lo suficientemente fuerte.
- La regurgitación es un fenómeno normal en lactantes y consiste en un flujo suave de contenido estomacal por la boca. Sin embargo, si el lactante presenta vómitos (expulsión con fuerza de contenido estomacal por la boca) o pérdida de peso, es preciso informar al pediatra. Hay que tener en cuenta que los vómitos de repetición no forman parte del diagnóstico de cólico del lactante.
- Las deposiciones en lactantes con cólico son normales. Es necesario consultar si se aprecia sangre o mucosidad en las heces o si estas son de tipo diarreico.
Dr. Sergio Negre
Pediatra especializado en gastroenterología infantil
de la Unidad de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia