Los bebés que toman pecho no necesitan beber agua

26 Sep 2024

Entre una toma y otra no es necesario dar de beber agua a los bebés que se alimentan exclusivamente a través de la lactancia materna. Veamos por qué la leche materna cubre todas las necesidades del bebé.

La leche materna es suficiente para mantener el organismo del bebé adecuadamente hidratado, motivo por el cual no es necesario dar de beber agua entre tomas a los lactantes que se alimentan exclusivamente de leche materna. En cambio, el agua sí es importante si el bebé ya no toma pecho y se le ha empezado a introducir la alimentación complementaria o si se alimenta a través de la leche de fórmula. En estos casos, la cantidad de líquidos introducidos en el organismo del bebé es inferior a la de los niños que toman el pecho, por lo que se hace necesaria una ingesta extra de agua.

Durante el verano y en épocas del año en que hace mucho calor puedes ofrecerle agua al bebé, mediante el uso del biberón o con una cucharita, ya que la deshidratación durante estos períodos del año se agudiza. El cuerpo del niño está compuesto en un 80% por agua, mientras que el de un adulto lo está en un 65%. Los niños requieren, por lo tanto, reponer más líquidos, especialmente en verano, cuando se mueven mucho y no paran de jugar. Sin embargo, si el niño rechaza el agua, no debes preocuparte y, sobre todo, no debes forzarlo.

(Te interesa: Cuánta agua debe beber el niño)

Cómo saber si el bebé está bien hidratado

En general, durante los primeros meses de lactancia, no es necesario dar de beber agua al lactante, salvo en situaciones especiales, como calor intenso, fiebre o diarrea. En principio, tanto la leche materna como la artificial le proporcionan la cantidad de líquido necesario para su organismo. Pero, ¿cómo saber si el bebé está bien hidratado?

Si el bebé se muestra activo, tiene saliva abundante, la orina es de color claro y las heces no son duras es que está bien hidratado. El organismo es muy inteligente y, cuando nota una carencia de agua, actúa en consecuencia reduciendo la producción de saliva, orinando menos y de un color oscuro y algo espeso y con defecaciones que son más duras. Si tu bebé presenta uno o algunos de estos síntomas podría ser debido a una falta de hidratación. Lo aconsejable en estos casos es acudir de inmediato al pediatra.

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Maria Masdeu

Periodista, especializada en temas de embarazo, maternidad, paternidad, bebés y niños

Maria Masdeu

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