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La lectura del reloj es muy importante para el niño, que se adentra así por derecho propio en el mundo de los adultos. Conforme el niño vaya aprendiendo las horas, además de entender el funcionamiento de las manecillas del reloj, también empezará a hacer suyo el concepto del tiempo y, por tanto, la diferencia entre horas, minutos y segundos.
Hasta los tres años de edad, el niño no puede dar una dimensión real a la duración de los días. Para él “mañana”, “en tres días” o “en un mes” es lo mismo y no hay ninguna diferencia. El pequeño vive en el presente y solo existe el “ahora” y no el “nos vemos en un par de horas”.
Esta conciencia tiende a desarrollarse cuando empieza a frecuentar el preescolar. Primero, empieza aprendiendo los días de la semana; luego, los meses; y, más adelante, las estaciones. Cuando ya empiece la escuela primaria, es cuando ya tendrá suficientes habilidades para aprender a leer el reloj.
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Los relojes analógicos se prestan mucho mejor para que los niños puedan comprender el paso del tiempo. He aquí cinco pasos para que los niños aprendan más fácilmente a leer la hora.
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Si te preguntas cuál es el mejor momento para comprar un reloj al niño y que pueda interpretarlo, debes tener en cuenta que no hay una regla fija. Sin embargo, podrías esperar a los 7-8 años, cuando ya haya aprendido a leer las horas y sepa cómo utilizarlo correctamente. En esta fase, también puedes pasar del reloj analógico al digital.
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El hecho de aprender las horas es algo muy importante para los niños. Y es que, cuando los niños empiezan a leer las horas o el tiempo, esto les ayuda a tener más autonomía y a poder controlar por sí mismos cuándo tienen que realizar una actividad y cuánto tiempo están desarrollándola.
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