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La creatividad es esencial para el desarrollo integral de los niños. Les permite:
Además, estudios pedagógicos, como los desarrollados por Loris Malaguzzi (Reggio Emilia), destacan que el juego libre y la expresión artística son formas naturales de aprendizaje.
Hoy en día, muchos niños pasan más tiempo viendo videos que jugando con sus manos. Si bien la tecnología puede tener beneficios educativos, el uso excesivo de pantallas limita:
El equilibrio es clave: no se trata de eliminar las pantallas, sino de dar espacio diario a juegos abiertos, sin instrucciones ni guías.
Muchos sistemas educativos están centrados en resultados y métodos tradicionales. Esto puede limitar la creatividad por varias razones:
Afortunadamente, cada vez más escuelas en México están explorando modelos como Montessori, Waldorf o Reggio Emilia, que colocan al niño como protagonista del aprendizaje.
Tú como madre o padre puedes marcar una gran diferencia. Algunas ideas para incentivar la creatividad desde casa:
No necesitas juguetes caros. Una caja de cartón, colores, telas o tapas pueden convertirse en castillos, monstruos o platillos voladores.
En lugar de corregir, pregunta: “¿Y si lo hacemos de otra forma?”. Esto estimula el pensamiento divergente.
Pintura, plastilina, piedras, hojas, cajas… Los materiales sin forma definida abren más posibilidades de juego.
Cuando no hay entretenimiento inmediato, los niños activan su imaginación. No corras a llenar cada minuto.
En lugar de "¿te gustó?", prueba con "¿qué harías diferente?" o "¿qué pasó después en tu historia?"
La creatividad es un motor para el aprendizaje infantil que no debemos subestimar. Aunque vivimos en una era digital, aún es posible fomentar la imaginación y la expresión en casa. No necesitas ser artista ni experta: solo abrir espacios, permitir el juego y confiar en el poder de la curiosidad. Tu hijo te sorprenderá con lo que es capaz de crear.
Con 20 o 30 minutos diarios de juego libre o actividades artísticas es suficiente para ver cambios positivos.
Establece rutinas: primero una actividad creativa y luego un rato de pantalla. El equilibrio es la clave.
¡Claro! La creatividad va mucho más allá del dibujo. Inventar cuentos, construir cosas o resolver problemas también lo son.
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