Crianza con Ternura: un enfoque revolucionario para la infancia en México y Latinoamérica
Crianza con Ternura: un enfoque revolucionario para la infancia en México y Latinoamérica
6 Jun 2024
La ternura se revela como una herramienta transformadora que va más allá de un simple gesto afectivo; es un pilar fundamental que promueve el bienestar emocional y el desarrollo pleno de las niñas, niños y adolescentes. Conoce más sobre este forma de crianza.
La infancia en México y Latinoamérica clama por el derecho inalienable a ser cuidados y educados en un ambiente sin violencia, donde la ternura sea la norma. Sin embargo, la violencia más común que enfrentan niñas y niños es el castigo físico y emocional, profundamente arraigado en las prácticas tradicionales y autoritarias de crianza. Este contexto de sufrimiento, dolor y temor, perpetuado de generación en generación, nos obliga a cuestionar: ¿Es posible un cambio hacia una crianza basada en la ternura?
A pesar de que han transcurrido 34 años desde la proclamación de los derechos de la niñez, América Latina y el Caribe aún se perciben como las regiones más violentas del mundo para los menores. En estas áreas, las niñas, niños, adolescentes y jóvenes continúan siendo el rostro predominante de esta trágica realidad.
Un informe nacional de World Vision sobre la violencia contra la niñez revela que un alarmante 90% de ellos no se siente seguro en ningún momento ni lugar, y el 55.3% de las mujeres adultas y el 47.4% de las niñas y adolescentes consideran el hogar como un espacio donde la violencia se manifiesta con mayor frecuencia.
La crianza también representa una oportunidad dorada para la transformación cultural. El enfoque de la ternura, habla de un amor comprometido con cambios significativos hacia la dignidad y una vida plena para todas las personas.
La ternura se revela como una herramienta transformadora que va más allá de un simple gesto afectivo; es un pilar fundamental que promueve el bienestar emocional y el desarrollo pleno de las niñas, niños y adolescentes.
Este enfoque es revolucionario porque transforma las dinámicas de autoritarismo en una participación activa de las niñas y niños en los procesos de crianza. Por tanto, también hay un cambio en los ejes y desigualdades de poder en la relación entre cuidadores y niñas y niños.
La Crianza con Ternura se convierte en un enfoque revolucionario que nos invita a replantear las dinámicas familiares y educativas. Proporciona un ambiente emocional y familiar sano, seguro y rico en valores, crucial para el desarrollo integral de la niñez y adolescencia.
La ternura es parte de la identidad y personalidad de quienes cuidan y protegen; no genera dependencia, pues valora las capacidades de cada persona. Este cuidado implica tanto la reparación de daños como la protección ante posibles riesgos y amenazas. La ternura esencial valora y reconoce la dignidad de las personas, fortaleciendo su capacidad de decidir y aprender.
Principios fundamentales de la Crianza con Ternura
La Crianza con Ternura promueve la humanización de las personas de todas las edades a través de tres principios fundamentales:
Relaciones: Establecer una red de relaciones tiernas y estimulantes que valoren y dignifiquen la vida de las niñas, niños y adolescentes.
Acompañamiento/Mentoría: Brindar acompañamiento en el proceso de realización de la identidad humana y social y del propósito existencial de niñas, niños y adolescentes.
Condiciones: Crear condiciones que favorezcan la realización de los derechos garantizados por el Estado, la sociedad civil y la familia, promoviendo una crianza social con ternura.
Futuro con ternura
Imaginemos un mundo donde cada niño y niña crezca envuelto en un manto de amor y cuidado, donde sus risas resuenen libres de temor y sus corazones se llenen de esperanza. La Crianza con Ternura no solo restaura y forma a los adultos, sino que también transforma la manera en que interactuamos con las niñas, niños y adolescentes, desde el amor y la ternura. Este enfoque ético y saludable se ocupa de buscar el bienestar integral de los demás, reparando daños y protegiendo ante posibles riesgos. La ternura reconoce y valora la dignidad de las personas, fortaleciendo su autonomía y capacidad de aprendizaje.
En un mundo donde la violencia parece omnipresente, la Crianza con Ternura se presenta como una luz de esperanza. Nos invita a todos, como sociedad, a adoptar una nueva forma de cuidar y educar a nuestros niños, basada en el amor, el respeto y la dignidad. Es hora de romper el ciclo de violencia y construir un futuro donde la ternura sea la norma, y cada niño y niña pueda crecer en un ambiente seguro y lleno de amor.
Anna Grellert
