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El método Pikler fue desarrollado por la Dra. Emmi Pikler (1902-1984), pediatra húngara especializada en el cuidado y educación infantil. En la década de 1940, dirigió la Casa Cuna Lóczy (actual Instituto Pikler) en Budapest, donde implementó su enfoque basado en la autonomía y el respeto hacia el niño.
Pikler observó que muchos niños en instituciones sufrían de carencias afectivas y retrasos en el desarrollo debido a la falta de atención individualizada. Su método demostró que, al proporcionar un ambiente seguro, un apego afectivo y libertad de movimiento, los niños podían desarrollarse de manera saludable y equilibrada.
El método Pikler se basa en tres pilares fundamentales:
Desde los primeros meses de vida, los niños deben tener la libertad de moverse sin la intervención constante de los adultos. En lugar de forzarlos a sentarse o caminar antes de tiempo, se respeta su propio ritmo de desarrollo.
La forma en que un adulto interactúa con un niño es clave en su desarrollo emocional. La metodología Pikler enfatiza la importancia de la comunicación respetuosa y el apego seguro.
El espacio donde un niño se desarrolla influye en su aprendizaje y bienestar. La pedagogía Pikler sugiere ambientes que favorezcan la exploración sin riesgos.
Implementar este enfoque en casa es sencillo si sigues estos principios:
El método Pikler es una filosofía de crianza que respeta el ritmo natural del niño, promoviendo su autonomía y desarrollo integral. Basado en la libertad de movimiento, la relación afectiva y un entorno adecuado, es una excelente alternativa para criar niños más seguros, independientes y felices.
Desde el nacimiento. Sus principios pueden implementarse en bebés, niños pequeños y hasta en la primera infancia (0-5 años).
No, significa que se les brinda un entorno seguro para explorar sin intervenciones innecesarias.
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