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Así puedes ayudar a tu hijo a prepararse para los exámenes escolares
Aunque es muy importante que los peques vayan teniendo autonomía para el estudio y los repasos, también es tarea de mamá y papá acompañarlos en el proceso con estrategias y motivación. Así puedes apoyar a tus hijos en el logro de sus metas escolares cuando llega el tiempo de los exámenes.
Las pruebas o exámenes escolares son parte del programa de estudios de muchas escuelas. En México, la Secretaría de Educación Pública evalúa de manera trimestral en preescolar y primaria, y es cuando se suelen aplicar los exámenes, aunque dependiendo de la escuela podrían tener otros fuera de estos tiempos. O, como en el caso de algunos colegios, que ya no utilizan los exámenes para otorgar una calificación, pues solamente toman en cuenta la participación en clase, tareas y proyectos particulares. Sin embargo, independientemente del modelo educativo, los exámenes son parte de la vida escolar, sino de ahora, sí de momentos futuros como la secundaria, preparatoria, licenciatura o, incluso, para aspirar a un empleo.
Sembrar las bases del hábito del estudio, la planificación de tareas y motivar a nuestros hijos para alcanzar sus metas son clave para su aprovechamiento escolar. A continuación, te presentamos seis estrategias que pueden implementar en casa:
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1. Identifica el método de estudio más adecuado para tu hijo
Partir de esta base los ayudará a que todo fluya mejor, y es que ni todos los niños aprenden igual ni sus habilidades son las mismas. Quizás a algunos se les faciliten leer y subrayar, mientras que a otros hacer esquemas o tarjetas; otros probablemente no pueden estar sentados para concentrarse y necesitan estar en movimiento; y otros, tal vez sean muy buenos memorizando. Vaya, hay un universo de formas de aprender. Ir conociendo a tu hijo te dará la pauta para implementar la estrategia más adecuada y cómoda para tu peque. Puedes pedirle orientación a su maestra si necesitas ayuda.
2. Planifiquen el repaso
Son varios puntos a tomar en cuenta antes de sacar el libro y los apuntes:
- Definir el horario en el que lo harán, tomando en cuenta que no sea cuando se acerque la hora de dormir, que no interfiera con otras actividades extraescolares y deberes previamente establecidos ni con su tiempo de juego. Esto dependerá de las necesidades de cada familia.
- Decidir cuántos días antes del examen se empezará a hacer el repaso o si se irá dosificando en etapas,
- Establecer el tiempo de estudio y tiempo de descanso entre cada lección. Después de 30-40 minutos la concentración ya no es la misma.
3. Establezcan el espacio donde se llevará a cabo
Debe estar ordenado y limpio, tener una buena iluminación, estar alejado de distracciones (incluyendo tu celular, así que pon el ejemplo dejándolo en otro lado) y, de preferencia, tener un escritorio y silla ergonómicos. Identifiquen qué ayuda a tu hijo a lograr una mejor concentración y que se sienta relajado. Tal vez le siente bien tener música de fondo.
4. Echen mano de técnicas de estudio
Nos referimos a usar sistemas o métodos específicos, por ejemplo, hacer una primera lectura rápida para sacar la idea global del tema y, después, hacer una lectura más detallada para lograr la comprensión. También puede ser útil subrayar o sacar esquemas y, al final, hacer un repaso de todo. Otro método muy útil son las reglas mnemotécnicas, que sirven para memorizar listas. La idea es relacionar conceptos con elementos familiares, palabras clave, siglas, abreviaturas o acrónimos. Por ejemplo, construir una palabra con las iniciales de la lista que hay que aprender. Otra opción es prepararle a tu hijo un test con respuestas rápidas, una vez que haya hecho el repaso total. Puede ser escrito a mano o hecho con alguna herramienta digital.
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5. Fortalece su confianza
Es muy importante que el repaso se acompañe de palabras de aliento y motivación para que el menor se sienta respaldado y sepa que su esfuerzo vale la pena. Anima y elogia a tu hijo por sus logros, pero también recuérdale que la calificación no lo es todo: el éxito no tiene que significar una puntuación perfecta, coinciden en señalar expertos en educación. Elogia su esfuerzo y la preparación que está haciendo, valora cada día las tareas escolares que va resolviendo, escucha sus necesidad y apóyalo en lo que necesite.
6. Y las horas antes del examen…
La noche anterior debe dormir las horas suficientes, es decir, descansar bien. A veces pasamos por alto este punto crucial pero, como te contamos en el artículo ¿Quieres que tu hijo tenga un rendimiento escolar óptimo? ¡Duérmelo temprano!, el sueño tiene un efecto directo sobre la atención, el rendimiento cognitivo, la adquisición de vocabulario y el aprendizaje y la memoria. Y por la mañana, sírvele un desayuno rico en proteínas, como huevos.
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Las calificaciones de tu hijo no sólo dependen de él. En estas edades, también son un reflejo de tu participación y apoyo. Cuando mi hijo iba en primero de primaria, su maestra me dijo que en su desempeño también quería reconocer la parte que estábamos haciendo en casa para lograrlo: “se nota cuando los papás están al pendiente de la educación de sus hijos”. Es crucial que estemos presentes en la crianza de nuestros hijos, y la educación es parte de ello, ¡no le dejemos todo a la escuela! Si necesita tutores porque tú no tienes el tiempo que quisieras para atender estas tareas, busca hacer un espacio, de vez en cuando, para que sepa que puede contar contigo en estos momentos, porque ellos, incluso, podrían ser motivo de estrés y miedo.
Recuerda que el acompañamiento en los repasos debe ser empático, con sus dosis necesarias de paciencia, desde luego, pero jamás les grites u obligues a que te digan la lección como tú consideras que es lo correcto. El niño o niña tiene sus maneras de asimilar el conocimiento y hay que respetarlo. Explícales detalladamente lo que no comprenden. Sé su guía, no un capataz.
Y la última tarea que queremos dejarte es que tengas en mente las fechas de los exámenes y que las anotes en tu agenda. Debes estar al pendiente de los avisos escolares, de los correos y del cuaderno de tareas. No se vale que mamá o papá no tengan idea de cuándo llegará la temporada de exámenes.
Con las estrategias anteriores, es muy probable que tu peque obtenga buenas calificaciones y, mejor aún, que avance en el conocimiento y comprensión del mundo que lo rodea, con miras a encontrar aquellas asignaturas que lo apasionen y desarrollar sus talentos.
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¿Cómo toma tu hijo la temporada de exámenes? ¿Quién en la familia se sienta a repasar con el crío? ¡Cuéntanos en los comentarios tu experiencia en este tema!