El verano ya está aquí y las temperaturas se encuentran muy altas durante estos días, aunque tengamos algunos días con alguna que otra tregua. Si hace calor y el niño hizo deporte o estuvo en el parque jugando, por ejemplo, necesitará un aporte importante de nutrientes y vitaminas que le permitan disfrutar del verano, la playa o la alberca y sus juegos favoritos.
Por ello, una de las cosas más importantes al que se enfrentan los padres dentro de las rutinas diarias es qué hacer de comer. Elaboramos mentalmente cada menu diario o semanal e intentamos que sea lo más equilibrado posible, pero con el verano y el aumento de temperaturas cambiamos nuestra forma de cocinar y también ellos su forma de comer.
Nuestro consejo es que antes de ir a comprar, pienses en qué se te antoja, pero también cuáles son los alimentos más completos para tu dieta y la de tus hijos. Elabora un menú de siete días, de este modo podrás ver qué comes globalmente en una semana para combinar tipos de alimentos. Recuerda, además, que por la noche es mejor no hacer comidas copiosas, todo lo contrario: deberán ser ligeras y equilibradas, para que la digestión no se haga pesada y puedas dormir tranquilamente.
En estos días en los que no se antoja comer nada caliente, o bien el niño necesita un plus de vitaminas y sales minerales para reponer los líquidos perdidos con el sudor, estas recetas que te proponemos son ideales para los pequeños de la casa y para toda la familia. ¡Que las disfruten!
Jugo de jitomate con parmesano
El jugo de jitomate es una bebida muy refrescante y nutritiva en verano, que puedes ofrecerle a tu hijo como entrante. Es muy fácil de preparar. Solamente necesitas cinco jitomates maduros, que deberás licuar con un poco de sal y, para darle un toque de sabor, una pizca de albahaca. Una vez hecho el jugo, ponlo en el refrigerador para que se enfríe. Y para tomarlo, puedes acompañarlo con un poco de queso parmesano. La combinación de ambos sabores es riquísima.
Crema de melón con moronas de jamón serrano
El melón servido bien frío refresca y aporta una gran cantidad de agua al organismo. Un original plato de verano, que seguro les encantará a tus hijos, es la crema fría de melón servida con pequeñas moronas de jamón serrano. Para hacer la crema sólo debes batir el melón con leche y un poco de sal. A continuación, debes dejarla enfriar. Y, ¡lista para comer!
Ensalada de durazno, jitomate y mozzarella
Otro refrescante plato de verano es la ensalada. Existen muchísimas y riquísimas combinaciones. Nosotros te proponemos una ensalada fresca de durazno frío con tomate y mozzarella. El durazno y el jitomate aportan mucha agua al organismo y son alimentos diuréticos. Por otro lado, el mozzarella es rico en proteínas y tiene un sabor suave y refrescante.
Granizado de sandía con frutos rojos
La sandía es otra de las típicas frutas de veranos con un alto poder hidratante gracias a su alto contenido en agua. Una bebida dulce y sabrosa que suele gustar a los niños es el granizado de sandía con frutos rojos. Estos últimos, muy nutritivos y saludables, aportan un toque de sabor extra a la bebida y le dan un toque exótico.
Yogur helado con fresas
El yogur helado es uno de los postres de verano que cada vez están más de moda. Se trata de disfrutar de todo el sabor del yogur, rico en calcio y muy nutritivo para los pequeños, con la textura helada que le aporta un plus de cremosidad y frescura. Si se combina con fresas, el postre resulta exquisito y muy saludable.