Las legumbres son un alimento muy rico en proteínas muy importante en la alimentación de los niños. Representan una excelente alternativa a la carne, aunque se suelen infravalorar.
En la alimentación de los niños, son muy importantes las legumbres. Los chícharos, alubias, garbanzos, etc. contienen elementos nutritivos muy importantes para mantener una dieta sana y equilibrada.
Beneficios de las legumbres
Pobres en grasas y ricas en minerales, la familia de las leguminosas tiene una buena cantidad de vitaminas y un alto poder calórico.
Las legumbres también proporcionan un buen aporte proteico y contienen un tipo de fibra que contribuye a reducir el nivel de colesterol.
Sin embargo, no se pueden considerar, por sí mismas, un alimento completo. De hecho, carece de algunos aminoácidos necesarios para el organismo.
Por ello, es necesario combinarlas con cereales o hidratos de carbono, mientras que debe evitarse su combinación con carne, pescado y queso. Vía libre a pasta con garbanzos, pasta con alubias, con arroz o con chícharos, que constituyen platos únicos altamente nutritivos. Lo importante es dosificar de manera adecuada la cantidad de legumbres y la de cereales. Lo ideal sería 2/3 de cereales y 1/3 de legumbres.
Las legumbres también tienen algunas pequeñas contraindicaciones, además de la conocida flatulencia que ocasiona en algunas personas, molesta pero inocua.
Las legumbres pueden liberar sustancias que dificultan la digestión de las proteínas, o bien sustancias que pueden provocar trastornos circulatorios.
No obstante, para evitar este riesgo, sólo hay que ponerlas en remojo, cambiando varias veces el agua, y cocerlas, desechando el agua de la cocción.
Cómo elegir las legumbres
No comprar legumbres agujereadas, rotas o viejas.
Tener en cuenta que las semillas de las leguminosas, cuando enmohecen, pueden desarrollar algunas sustancias tóxicas perjudiciales para el hígado.
Las legumbres secas deben mantenerse en remojo (desde tres horas para los ejotes, las lentejas y los garbanzos, a 16/18 horas para las habas o 4/5 horas para los chícharos) antes de cocerse.
No añadir bicarbonato al agua del remojo o de la cocción, para evitar que las legumbres pierdan propiedades.
Cocer las legumbres secas durante mucho tiempo y a una temperatura alta. Añadir la sal al final de la cocción, con el fin de no obstaculizar el reblandecimiento de las pieles.
Una vez cocidas, conservarlas en un recipiente provisto de tapa en un lugar fresco, durante dos o tres días, como máximo.