Las caídas del bebé: uno de los miedos de los papás

Para evitar las caídas de bebés, uno de los principales consejos de seguridad que se da a los papás es que nunca se les deje solos si pueden caerse al darse la vuelta. Los cambiadores, por ejemplo, son altos para facilitar a los padres las tareas a realizar y no tener que agacharse, pero si el bebé sabe girarse, debido a la altura a la que se encuentran, representan un lugar peligroso. 

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Qué debemos hacer ante una caída

Que el bebé no sepa caminar no quiere decir que no se pueda caer y, aunque generalmente las caídas no suelen pasar de un susto, es importante saber qué debemos hacer ante esa caída.

• El primer consejo a seguir al darnos cuenta de que el bebé se ha caído es mantener la calma. De nada sirve desesperarnos y llorar, porque el bebé puede asustarse más de lo que ya está.
• Después, tenemos que comprobar si el bebé se ha golpeado la cabeza, en cuyo caso, debemos acudir rápidamente a un centro de salud, para que comprueben si puede haber alguna lesión que no se aprecia a simple vista.
• La gravedad de las posibles lesiones dependerá de la altura, la velocidad y el modo en que se haya caído el bebé y, a no ser que exista algún otro síntoma, en principio, no debemos preocuparnos en exceso si aparece un chichón.
• Algunos golpes no tienen consecuencias de manera inmediata, son evolutivos, por lo que debemos observar al bebé y, si pasadas un par de horas desde la caída, el pequeño está inquieto, muestra un comportamiento anormal o tiene vómito, debemos acudir al hospital.
• También es importante no dar ningún tipo de medicamento, ya que podría ser negativo en vez de ayudar, y debemos evitar que el bebé se duerma hasta que pasen unas horas después del golpe.
• Si, pasado este tiempo, el bebé respira normalmente, no demuestra somnolencia y tiene un aspecto saludable y normal, probablemente, no exista ningún tipo de problema.

Cómo prevenir las caídas de bebés

Es imposible evitar completamente las caídas de bebés, pero sí que podemos tomar algunas medidas que reduzcan los riesgos de que se produzcan.

Los barrotes de las cunas y de las barandillas para las camas deben ser altos, para que no se puedan subir, así como no tener más de ocho centímetros de separación. Si vamos a dejar al bebé en una cama sin barandillas, debemos poner almohadones en los bordes.

Es importante no dejar al bebé solo en el cambiador, la cama, o en un sillón, y mantener las sillas, cunas y coches lejos de escaleras y ventanas.

Cuando llevemos el bebé en brazos, debemos tener cuidado con los desniveles del suelo y con las alfombras, y al bajar escaleras, debemos agarrarnos siempre al barandal.

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