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¿Cuándo aprende un bebé a reconocer a sus papás? ¿Sabe que soy su mamá o su papá? ¿Me reconoce? No hay mamá o papá que no se haga estas preguntas frecuentes en los tres primeros meses de vida del bebé.
Y, si bien para la mamá el “reconocimiento” es algo natural y físico, para el papá, en cambio, es necesario recibir una señal más significativa, como una sonrisa o una mueca. Lamentablemente, en el primer trimestre del pequeño, estas señales son prácticamente inexistentes, y si las apreciamos, en realidad, se trata de gestos involuntarios, por lo que no debemos atribuirles significados que no tienen.
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En la mayoría de los casos, el primer encuentro con la mamá se produce inmediatamente después del parto. El recién nacido se apoya en el pecho de la mujer, de la que se ha separado por primera vez después de nueve meses de compartir el mismo cuerpo.
Casi de forma automática, el chiquitín encuentra el pecho de su mamá y se agarra a él. Según los expertos, un bebé que no encuentra a su mamá justo después de nacer y no se ha puesto al pecho llora mucho más y manifiesta más señales de estrés que un bebé que sí ha podido disfrutar de este momento de amor.
¿El bebé reconoce a su madre nada más nacer? Es una especie de instinto primario. Con toda seguridad, el bebé emplea los cinco sentidos para conocer el cuerpo de quien le ha llevado en el vientre todo este tiempo.
Antes, se pensaba que los recién nacido no veían, pero esto no es cierto. Los expertos han comprobado que la visión del pequeño es tal que puede enfocar el rostro de su mamá durante la lactancia materna.
Esto significa que ven muy bien a una distancia de unos 20 centímetros: la naturaleza no deja nada a la casualidad. Por lo tanto, aprende a conocer el rostro de la mamá o de la persona que lo sostiene en brazos (papá o abuelos), quizás para darle el biberón, desde el principio.
¡Por supuesto! El primer examen audiométrico se efectúa a las 24 horas del nacimiento, y se repite posteriormente si el resultado es dudoso. El bebé reconoce perfectamente el sonido de la voz de su mamá y de su papá, que ya escuchaba dentro de la pancita. Por lo tanto, es importante acunar al pequeño dulcemente, también hablándole, y no solo con el movimiento, cuando queramos calmarle.
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Otro sonido que reconoce muy bien es el latido del corazón de su mamá: no en vano, cuando está nervioso o asustado, se recomienda apoyarlo en el pecho de la mamá, practicando el piel con piel: se denomina “método canguro”, y está especialmente indicado para los bebés prematuros, que abandonan la panza de la mamá demasiado pronto.
El olfato es otro de los sentidos mejor desarrollados del recién nacido. El olor de la mamá ejerce una atracción muy fuerte sobre el pequeño. Los populares objetos transicionales en forma de pequeña mantita se basan, precisamente, en esto.
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¿Crees que tu bebé los reconoce como papás? ¿Cuándo te diste cuenta de que te reconocía de forma voluntaria? ¡Déjanos tu comentario!
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