Lactancia materna: los primeros días

Cuando empieza a dar el pecho, la mamá tiene innumerables dudas y se pregunta si está alimentando bien al bebé, si produce suficiente leche o si debería dar más tomas. Resuelve tus dudas iniciales con esta breve guía:

• El calostro es la primera leche de la madre y es precisamente el primer alimento que el pequeño necesita. Es rico en anticuerpos e inmunoglobulinas, que ayudan a proteger al bebé de los virus y de las bacterias.

Además, posee un efecto laxante, que le ayuda a expulsar las primeras heces, denominadas meconio. El meconio tiene un color verde-negruzco.

• El bebé toma pequeñas pero crecientes cantidades de calostro durante sus primeros días de vida: unos 15 gramos de calostro por toma durante las primeras 24 horas, unos 20 gramos durante las siguientes 48 horas y 30 gramos en las 72 horas posteriores, cuando se inicia la producción de leche propiamente dicha (subida de la leche).

• A efectos prácticos, el hecho de notar que el pequeño come y que el pecho se vacía indica el correcto desarrollo de la toma. También se puede comprobar si el bebé está tomando toda la leche que necesita a través de su orina. Si moja el pañal de 5 a 8 veces al día, es que se está alimentando correctamente.

• El bebé come entre 8 y 12 veces al día, es decir, cada dos o tres horas. La frecuencia disminuirá entre el cuarto y el sexto mes, cuando empieces a introducir en su dieta alimentos sólidos. Comprenderás fácilmente si tiene hambre, porque empezará a llorar o a chuparse las manitas.

• Otro de los métodos más seguros para asegurarse de que el bebé come lo suficiente es pesarlo con regularidad, teniendo en cuenta la pérdida de peso inicial y el hecho de que el pequeño alcanzará y superará el peso del nacimiento en el transcurso de dos semanas.

• Antes del quinto día de vida, el bebé expulsará unas heces verde-negruzcas y empezará a mojar los pañales una o dos veces al día. Por otro lado, el lactante, desde el primer día y hasta los dos meses, hará dos o más deposiciones al día.

A partir de los dos meses, las deposiciones serán menos frecuentes, dado que el pequeño ya será capaz de digerir completamente la leche de la mamá.