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Bañarse con un bebé en casa, ¿misión imposible?
Una mamá y escritora estadounidense, autora de un divertido libro de relatos y anécdotas sobre la maternidad, describe lo que perfectamente podría ser la experiencia de la ducha de una mamá reciente. ¿Te sientes identificada?
Ilana Wiles, en su libro The Mommy Shorts Guide to Remarkably Average Parenting (disponible en inglés), ofrece una serie de anécdotas y relatos relacionados con la maternidad “real”, en un intento de desdramatizar y desmitificar algunos aspectos de la maternidad a través del humor.
Nos hemos fijado en su manera de ver un simple baño. Verdaderamente, el hecho de bañarse tranquilamente, y hacer otras tareas propias del cuarto de baño, no es un acto tan sencillo cuando hay un bebé en casa. Aprovechar el momento en el que el pequeño duerme para darse una ducha rápida se puede convertir en una odisea, que Wiles nos cuenta con muchísimo sentido del humor a continuación.
(Te interesa: La llegada del bebé a casa)
Baño de una mamá en 10 fases
Minuto uno
Tu bebé duerme plácidamente en la cuna y tú decides que es el momento ideal para darte un baño. Te diriges y te quitas la ropa.
Minuto dos
Te pone nerviosa la idea de que el bebé, de algún modo, se mueva dentro de la cuna y se escape (el hecho de que no sepa ni gatear no importa), así que sales del baño completamente desnuda y te cercioras que todo esté bien.
Minuto tres
Te metes en la regadera, disfrutando del agua calentita y cristalina.
Minuto cuatro
Tu bebé empieza a llorar. Espera. ¿Eso es un llanto? No estás segura. Sacas la cabeza por la puerta de la ducha y agudizas el oído. Puede que sólo te lo estés imaginando. Te pones el shampoo a toda prisa, por si acaso. Te lavas el cuerpo a la velocidad de la luz. El llanto se intensifica. ¡Sí, definitivamente, está llorando! ¿Y qué hago con el acondicionador? ¿Tengo tiempo de ponérmelo? Hay que salir del baño cuanto antes. ¡Espera! ¿Me había lavado el pelo? ¡¡NO ME ACUERDO!!
Minuto cinco
El nivel de decibeles del bebé ha alcanzado un nivel insportable. ¡DIOS, DEBE DE PENSAR QUE LO HE ABANDONADO Y ESTE BAÑO DE DIEZ MINUTOS LO VA A TRAUMATIZAR DE POR VIDA!
Minuto seis
Cierras el grifo. Se hace el silencio. ¿Ha dejado de llorar o es que nunca había empezado? Da igual. Vamos a por el acondicionador. Vuelves a abrir el grifo.
Minuto siete
¿Por qué hay tanto silencio? Seguro que algo va mal. Vuelves a sacar la cabeza de la ducha y gritas en dirección al bebé: ¡¡BEBÉ!! ¿ESTÁS BIEEEEN? El bebé no responde. ¡¡AY, DIOS, LE PASÓ ALGO!!
Minuto ocho
El bebé vuelve a llorar. ¡GRACIAS, DIOS MÍO!
Minuto nueve
Sales de la ducha, desnuda y mojada. Corres hacia el bebé, y lo tomas en brazos. ¡AY, AMOR MÍO, LO SIENTO MUCHO! ¡¡NUNCA ME VOLVERÉ A DUCHAR!!
Minuto diez
¡Mier**! ¿Todavía tengo acondicionador en la cabeza?
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