Violencia obstétrica: qué es y cómo eliminarla

9 Aug 2022
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Aunque algunos profesionales se resistan a reconocerla, la violencia obstétrica existe, como ha puesto de manifiesto la Organización Mundial de la Salud (OMS). La única manera de erradicarla es normalizarla y dar el poder de decisión sobre el embarazo y el parto a la mujer y a su familia.

La violencia obstétrica se define, según la OMS, como una forma específica de violencia ejercida por profesionales de la salud (predominantemente, médicos y personal de enfermería) hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto y en el puerperio, que constituye una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres. 

Es decir, es aquella violencia ejercida hacia la gestante a través de actos como la falta de respeto a su autonomía y libertad de decisión, limitación de movimientos, trato deshumanizado, abuso de medicación y patologización de un proceso natural como es el parto.

Esto puede llegar a representar un daño potencial hacia la embarazada y su bebé, y llegar a vulnerar sus derechos.

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¿Cómo eliminar la violencia obstétrica?

El primer paso para erradicar la violencia obstétrica es normalizarla. La violencia obstétrica existe, y ha sido reconocida por la OMS.

Negarse a esta realidad es no querer resolver un problema ampliamente demandado por las mujeres. Tenemos que estar del lado de las familias, escuchar sus vivencias y hacer autocrítica con nosotros mismos, reconociendo aquello en lo que fallamos y aquello que hacemos bien para reforzarlo.

Para ello, es preciso revisar la práctica asistencial, implementar el control de calidad y las encuestas de satisfacción en el parto y el nacimiento, y analizar si se han alcanzado las expectativas en los procesos asistenciales relacionados con el embarazo.

Otro aspecto que se debería mejorar es la preparación al embarazo y al parto. Una mujer empoderada e informada de su embarazo es capaz de tomar sus propias decisiones.

Los profesionales debemos atender sus deseos, respetarlos y corregir con diligencia todas las actuaciones que hayan podido conllevar violencia obstétrica

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¿En qué consiste la violencia obstétrica? Algunos ejemplos

Las formas de violencia obstétrica no deberían basarse en las técnicas utilizadas, sino en el mal uso de ellas.

Existe una forma de violencia obstétrica que es muy sutil y, muchas veces, pasa desapercibida, basada en la no información o la información sesgada, para que la mujer actúe de una determinada manera.

Por ejemplo, si el profesional, al informar sobre la técnica de la epidural, solo resalta los aspectos positivos, sin entrar en los riesgos que conlleva, puede estar condicionando la decisión de la gestante.

Otros casos son más flagrantes, como el uso de frases poco asertivas, centradas más en justificar las técnicas y la defensa del profesional que en la mujer, llenándola de culpa en muchas ocasiones y minimizando la realidad, como, por ejemplo:

“Cuando vine antes, no querías la epidural, así que ahora no te quejes”, “Tú eres la que has decidido un parto natural, normal que te duela”, “Te has desgarrado porque no te estás quieta”, etc.

Todos ellos son testimonios reales de familias que forman parte de la asociación Matrioskas, en relación a la violencia obstétrica.

En muchas ocasiones, ni las propias mujeres son conscientes de que están sufriendo violencia obstétrica, por lo que no suelen denunciarlo.

Es más, a veces, ni el profesional se da cuenta, pues su conducta viene aprendida de la sociedad y de su trabajo diario. Regirnos por protocolos rígidos, sin escuchar a las mujeres y sus preferencias, puede conducir a estas formas de violencia obstétrica tan sutiles que pasan desapercibidas incluso para el profesional.

Un claro ejemplo sería negar a unos padres que han tenido que interrumpir el embarazo por una malformación el derecho a conocer y despedir a su bebé, por falta de empatía y formación en duelo.

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¿Cómo prevenir la violencia obstétrica? Un proceso respetuoso

A pesar de ello, la tendencia actual se dirige cada vez más hacia la humanización de los hospitales o, mejor dicho, de los profesionales.

Trabajar en equipo y en sintonía con la mujer es lo que hace que el proceso sea respetuoso. En este sentido, hay que agradecer este cambio a todos los profesionales de salud que han desaprendido lo aprendido, reinventando su trabajo, ajustándose a la evidencia científica, y renovando sus prácticas.

Por ello, tenemos que seguir trabajando en un modelo holístico basado en la mujer y en su familia.

aroa-vaello-matronaAroa Vaello.
Especialista asistencial del Hospital de Jerez (Cádiz).

Presidenta de la Asociación de Apoyo al Duelo Perinatal Matrioskas y tesorera de la Asociación Andaluza de Matronas (AAM).

 

antonio-fernandez-matronAntonio Fernández.
Especialista y actualmente enfermero en Equipo

de Atención a la Mujer en AGSCG (Algeciras, Cádiz).

 

 

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¿Has sufrido violencia obstétrica durante tu embarazo, parto o posparto? ¿Qué hiciste al respecto? ¡Déjanos tu comentario!

REDACTORA JEFE DE MI BEBÉ Y YO MÉXICO. Comunicadora experta en información relacionada con bebés y niños, embarazo y parto, maternidad, paternidad y familia.