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Miedo a las posibles complicaciones en el parto
Algunas mamás temen que el parto sea difícil y que el obstetra tenga que ayudar al bebé a nacer. Los expertos te ayudan a afrontar este tipo de miedos.
Qué pasaría si fuera necesaria la ventosa?
Además de la ventosa, una técnica que provoca mucho miedo a las mamás es la maniobra de Kristeller. Se trata de una serie de presiones que se se realizan sobre el fondo del útero, coincidiendo con las contracciones uterinas, con el fin de facilitar el descenso del bebé hacia el canal del parto. Por su parte, el recurso del fórceps cada vez es menos frecuente, si bien se sigue utilizando en el período expulsivo final del parto en algunos hospitales.
No tengas miedo, porque:
Estas intervenciones, que son necesarias cuando los empujones de la madre son insuficientes, tienen la función de acortar el período expulsivo y aliviar el dolor de la mamá y el cansancio del niño. Además, sólo se pueden efectuar si el pequeño está en buenas condiciones de salud. De otra forma, habría que recurrir a una cesárea.
¿Tendrán que practicarme una cesárea?
Uno de los temores más extendidos entre las futuras mamás es que sea necesario efectuar una intervención de urgencia, debido, por ejemplo, a un desprendimiento de la placenta. Sin embargo, no hay que tener miedo, porque el personal médico siempre está preparado para esta posibilidad.
No tengas miedo, porque:
Esta intervención se ha perfeccionado a través de los años, y las técnicas actuales permiten una extracción rápida del niño, una pronta recuperación física de la madre y un mínimo daño estético. Si lo que te preocupa es la anestesia, hay que tener en cuenta que se suele utilizar la espinal o la epidural, que dejan a la mamá despierta y que sólo adormecen los centros nerviosos y del dolor de la pelvis y de las piernas.
¿Y si se produce una hemorragia?
Es bastante raro que se produzca una hemorragia durante el parto, pero puede suceder:
• Antes del inicio del trabajo de parto, debido a una placenta previa (demasiado baja) o a un desprendimiento de la placenta, aunque esté correctamente posicionada.
• Después del parto, dentro de las primeras horas, si el útero es poco tónico y tiene, por tanto, dificultades para contraerse.
No tengas miedo, porque:
El personal médico sabe cómo afrontar estas emergencias. Si bien en el primer caso es necesario llegar rápido al hospital con el fin de salvaguardar la salud de la mamá y del niño, en el segundo, por el contrario, la mujer aún está en la sala de partos y la hemorragia se puede controlar con mayor facilidad.
¿Y si me tienen que hacer una transfusión?
En este caso, la mamá tiene miedo a contagiarse con sangre infectada:
• La transfusión puede ser necesaria en caso de que se produzca un desprendimiento de la placenta, mientras que es más improbable si la mamá sufre una hemorragia después del parto.
No tengas miedo, porque:
La transfusión es necesaria en tan sólo uno de cada mil casos, y el riesgo de contaminación prácticamente no existe.