Las picaduras de insectos son frecuentes en verano, especialmente entre los niños, más vulnerables a padecerlas al pasar más tiempo disfrutando del aire libre. En general, las picaduras provocan una ligera comezón e irritación en la piel, molestias que desaparecen en poco tiempo. Sin embargo, en ocasiones pueden presentarse síntomas más importantes y a los que se debe estar atento, como náuseas, fiebre y malestar. En estos casos, es preciso intervenir de forma rápida y controlada y, si es necesario, acudir al médico.
3 consejos ante las picaduras
- Si la picadura es de mosquito, resulta útil aplicar un poco de hielo sobre la zona afectada para calmar la comezón y las molestias.
- Es importante evitar que los niños se rasquen porque podrían hacerse heridas y provocar una infección de la zona. En el mercado existen varios productos para aliviar rápidamente la comezón que los insectos y animales venenosos producen en la piel. Cuando los elijas, debes tener en cuenta que no contengan amoniaco y que respeten la delicada piel del niño.
- Algunos insectos, como las abejas o las avispas, pueden dejar su aguijón clavado. En estos casos, se debe extraer con una aguja esterilizada.
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