Naranjas: ¡sanas y deliciosas!

6 Jun 2023
Naranjas: ¡sanas y deliciosas!

Su contenido en vitamina C, ácido fólico, minerales y oligoelementos como el potasio, el magnesio y el fósforo, fibra, carotenoides y variedad de antioxidantes, hacen de la naranja una fruta indispensable.

Pero, las propiedades nutricionales, la cantidad de alimento que se ingiere y, por tanto, los azúcares, las calorías y la saciedad, entre otros aspectos, varían según se tomen como fruta fresca o en jugo. Para muchas personas tomar un jugo de naranja en el desayuno o en cualquier momento del día resulta más rápido y cómodo que comer la fruta fresca. La pereza de pelarla y la sensación pegajosa que deja en las manos lleva a muchos a inclinarse por el jugo. No obstante, se han comprobado las diferencias entre consumir la fruta fresca entera o en jugo, por lo que conviene alternar las dos formas.  

 

¿Entera o en jugo?: las diferencias

Cantidad. Una naranja de tamaño promedio puede pesar alrededor de 200 gramos y, una vez pelada, son comestibles unos 150 gramos. Sin embargo, se necesitan al menos dos naranjas para obtener un vaso de jugo de 200 mililitros. Por ello, se ha de comparar la composición nutritiva de 150 gramos de naranja frente a los 200 gramos (o mililitros) del jugo natural.

Fibra. La fibra de la naranja está en la piel blanca que hay entre la cáscara y la pulpa, por lo que conviene retirar con cuidado la cáscara para eliminar la menor cantidad posible de fibra. Al hacerla jugo, la pulpa queda en el exprimidor, por lo que se pierde bastante fibra. La naranja fresca aporta de media 1.7 gramos de fibra por 100 gramos, por un aporte casi nulo del jugo, 0.1 gramos por 100 gramos. Así que conviene no colar el jugo y añadir la pulpa.

Saciedad. El poder saciante de un vaso de jugo de naranja es menor que si se consume la fruta entera porque la fibra de la fruta fresca tiene la capacidad de retrasar el hambre.

Absorción de azúcares. El contenido de fibra de un alimento, entre otros factores, ayuda a hacer más lenta la absorción de sus azúcares. Esto significa que los azúcares del jugo se absorben más rápido que los de la fruta fresca.

 

¿Jugo en ayunas? 

No siempre. El consumo de algunos alimentos tiene más efecto sobre ciertos órganos digestivos. Unos aumentan la secreción de bilis y la fluidifican (efecto colerético), por lo que favorecen la digestión en particular de las grasas, y otros estimulan el vaciamiento más o menos intenso de la vesícula biliar (efecto colagogo).Tomada en ayunas, la naranja, y de forma especial su jugo, puede provocar un vaciamiento brusco de la vesícula biliar acompañado de molestias leves como náuseas o pesadez abdominal. Aunque estas molestias no revisten gravedad y son el resultado de una beneficiosa acción que estimula la expulsión de la bilis por parte de los cítricos, explican el temor de muchas personas a tomar el jugo de naranja en ayunas. No obstante, en caso de sufrir colelitiasis, esto puede desencadenar un cólico, por lo que en esta circunstancia, el consumo en ayunas de naranja o su jugo está desaconsejado.

REDACTORA JEFE DE MI BEBÉ Y YO. Coordinadora de la sección Opinión Productos Bebés, y especialista en bebés y niños, embarazo y parto.