“Este año, me estoy planteando si dejar a mi hijo en el comedor de la escuela. Estoy un poco preocupada, porque no come nada bien: es muy caprichoso y tiene gustos difíciles…”.
Paula Trujillo
En general, hay que decirles a las
mamás que tienen dudas sobre si es adecuado o no que su pequeño se quede a
comer en el comedor de la escuela que no hay que preocuparse. La experiencia de comer con otros
niños suele tener el efecto de suavizar el
comportamiento del niño.
Comer en la escuela es una oportunidad educativa, una ocasión única donde aspectos de la
educación, la nutrición y la convivencia interactúan para ayudar a los
niños a hacerse mayores juntos.
- Si el niño come en el
comedor de la escuela, tendrá la oportunidad de probar alimentos distintos a los que consume en casa, aprendiendo a usar sus sentidos de forma crítica y ampliando el horizonte de sus gustos.
- El hecho de compartir la hora de
comer con otros niños que consumen alimentos que a él no le gustan puede despertar su curiosidad por alimentos que, sin un motivo justificado, no prueba en casa.
-
Comer con otros niños favorece la formación de una convivencia adecuada, basada en el respeto a sí mismo, a los demás y a la comida.
- En el plano educativo, el hecho de tener que respetar unas determinadas reglas de comportamiento redunda en la calidad del servicio del comedor. Para que estas reglas se consoliden, es importante que, en casa, los
papás también las refuercen.
- Es importante
educar al niño para aceptar sin prejuicios lo que se le ofrece en la escuela, considerándolo una oportunidad para mejorar sus hábitos.
Tres consejos que le puedes decir a tu hijo para que vaya contento al comedor:
- "Come con calma: relájate y aprende a saborear mejor lo que estás comiendo".
- "Respeta la comida: lo que nos ponen cada día en el plato es el fruto del trabajo de muchas personas, y es una lástima desperdiciarlo o usarlo para jugar".
- "Habla sin gritar: el ruido impide apreciar la comida y la compañía".