Los efectos de los rayos solares sobre la piel pueden ser negativos, tanto para la mamá como para el bebé, si nos exponemos sin tomar las debidas precauciones. Sin embargo, el sol también puede ser beneficioso para mejorar algunos trastornos de la piel, especialmente la dermatitis atópica en el bebé. Para tomar el sol en familia de forma saludable es necesario seguir algunos consejos a nivel de seguridad con el fin de evitar quemaduras, insolación y deshidratación.
2 consejos de oro al tomar el sol
- Evitar las horas más cálidas del día. Se debe evitar la exposición solar de las 12:00 del mediodía a las 16:00 de la tarde, ya que durante esta franja horaria el sol quema demasiado y puede ser contraproducente. Además, es recomendable hidratarse debidamente al tomar el sol, tanto niños como adultos, llevar una sombrilla a la playa, proteger a los niños con gorras o sombreros y utilizar siempre un factor de protección solar.
- Prevenir los golpes de calor. El sistema de termorregulación de los bebés es inmaduro. Por ese motivo, es conveniente asegurarse de que, en las horas más cálidas del día los niños están en un lugar fresco y aireado. Y, ¡cuidado!, la clásica sombrilla no protege del calor intenso y el sol. Una camiseta puede ser esencial para el pequeño, sobre todo hasta los tres años, tanto si está en la playa como en la alberca. Tampoco hay que bajar la guardia a partir de los tres años: precisamente, a partir de esta edad, es cuando se registra un mayor número de eritemas solares.