Los expertos investigan si los cubrebocas pueden afectar al desarrollo del habla

Para un correcto desarrollo del lenguaje infantil resulta fundamental que los niños y niñas puedan ver la boca de su interlocutor, pues aprenden por imitación y se fijan mucho en los labios. A los 2 años, los niños suelen conocer alrededor de 50 palabras, que aumentan progresivamente cuando cumplen los 3 y los 4 años de edad.

Ahora, en la actual situación de pandemia por COVID-19 que obliga a llevar cubrebocas, los expertos se preguntan si ello está afectando al desarrollo del habla de los niños. Si bien es cierto que los pequeños no deben llevar de forma obligatoria cubrebocas hasta los 6 años, sí deben hacerlo los adultos y ello implica que los profesores de las escuelas los usen.

Todavía no existe un estudio científico que constate el impacto real en el desarrollo del habla de los cubrebocas en los menores, pero los expertos intuyen que sí se está produciendo.

Si no ve la boca, el cerebro está 'a ciegas'

Lo explica Núria Esteve-Gibert, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigadora del Grup de Recerca en Cognició i Llenguatge (GRECIL), en declaraciones a medios de comunicación: "Observar los labios ayuda a adquirir el lenguaje. A partir los 4 y 8 meses emiten balbuceos y su punto de atención es la boca. Es algo que sucede también cuando aprendemos un idioma extranjero. Si no tienes la información de la boca, es como si tu cerebro estuviera ciego".

Esta investigadora está recopilando artículos científicos internacionales que traten el posible impacto de los cubrebocas en el desarrollo del habla de los niños. Los logopedas afirman que algunos fonemas necesitan un apoyo visual para ser bien aprendidos. 

Esta afectación perjudicaría a todos los niños, pero es preciso recalcar que sería un problema más serio en casos de niños que tienen algún tipo de trastorno del lenguaje.

Cubrebocas transparentes, una posible solución

La solución, por el momento, es que los adultos, especialmente los profesores, usen cubrebocas transparentes homologados, pero actualmente falta una mayor presencia de estos productos y todavía son pocos los profesores que los usan. 

Otra forma de evitar este problema, según los expertos, es que los profesores y profesoras de guarderías (0/3 años) y kínders (3/6 años) hablen más lento para que los niños puedan captar mejor los fonemas. Además, sería interesante que realizaran muchos más gestos para incrementar el apoyo visual.

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