El bebé más prematuro del mundo cumple su primer añito

Richard Hutchinson, nacido en el hospital Children's Minnesota en Minneapolis (Estados Unidos), es considerado un "bebé milagro" y, de hecho, acaba de entrar en el Libro Guinness World Records, pues es el bebé más prematuro del mundo que ha logrado sobrevivir. ¡El 5 de junio cumplió un añito!

Su historia es la de todo un luchador, pues Richard nació pesando solamente 340 gramos y, por increíble que parezca, cabía en la palma de una mano. Nadie tenía esperanzas para él. De hecho, los médicos veían imposible que lograra sobrevivir. Así lo explica la doctora Stacy Kern, neonatóloga del hospital: "Cuando Rick y Beth recibieron asesoramiento prenatal sobre qué esperar con un bebé tan prematuro, nuestro equipo de neonatología les dio un 0% de posibilidades de supervivencia". 

Richard nació cuatro meses antes de lo previsto

La madre de Richard, Beth, se puso repentinamente de parto cuatro meses antes de lo previsto. Así pues, tuvo que ir urgentemente al hospital y su bebé, Richard, nació con una edad gestacional de 21 semanas y dos días.

"Sabía que las primeras semanas de la vida de Richard serían muy difíciles, pero sentí que si podía superar eso, sería un sobreviviente", explica Stacy Kern. Y tuvo razón, a pesar de que las probabilidades estaban en su contra, Richard celebró su primer cumpleaños en casa con su familia a principios de este mes.

"Todavía estamos sorprendidos por eso. Pero estamos felices", dijo Beth, la mamá de Richard. "Es una forma en que podemos compartir su historia para crear conciencia sobre los nacimientos prematuros".

El COVID-19 complicó la situación de Richard

Sin embargo, antes de llegar a poder celebrar este primer año felizmente, Richard vivió un año complicado cuando llegó la pandemia del coronavirus. Coincidió con los primeros meses de vida de Richard y la pandemia implicó que sus padres no podían pasar la noche con su recién nacido en el hospital y tenían que viajar desde su casa en el condado de St Croix, en Wisconsin, a Minneapolis todos los días para ver a su bebé en el hospital.

"Nos aseguramos de estar allí para brindarle apoyo. Creo que eso lo ayudó a superar esto porque sabía que podía contar con nosotros", dijo Rick Hutchinson. Y es que a causa del COVID-19, Richard permanecía completamente aislado en el hospital, pues al ser tan pequeño era vital que quedara protegido del virus. 

En diciembre, después de seis meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de neonatos, Beth y Rick pudieron, al fin, llevar a su pequeño a casa con oxígeno y una sonda para alimentarse. Los médicos atribuyen el éxito con el que Richard logró sobrevivir a la lucha de sus padres. Y ellos animan a otros padres a no tirar la toalla, por muy negro que se vislumbre el futuro.

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