En el mundo, existen millones de virus que afectan tanto a personas, como animales y plantas. Conozcamos qué son los virus, en general, y qué caracteriza al nuevo coronavirus, en particular. Una información útil sobre el causante de la pandemia.
Es importante saber que la mayor parte de las infecciones respiratorias en la infancia están provocadas por virus. Para poder saber más cosas sobre el nuevo coronavirus, primero, debemos entender qué son los virus exáctamente y qué tratamiento tienen.
A continuación, te ofrecemos una información del Doctor Luis G. Trapote, pediatra y supervisor científico de la revista Mi bebé y yo México.
¿Qué son los virus?
- Los virus son microorganismos acelulares (no compuestos por células), de un tamaño tan pequeño que no pueden ser visualizados a través de un microscopio óptico convencional. La mayoría de los virus son 100 veces más pequeños que una bacteria, por lo que se precisa de un microscopio electrónico para hacerlos visibles.
- Los virus pueden infectar a humanos, mamíferos, aves, plantas, bacterias e incluso a otros virus, ya que no pueden vivir por cuenta propia.
- El primer virus que se descubrió fue el del Mosaico del Tabaco (TMV). Aunque la enfermedad de las hojas del tabaco había sido descrita por A. Mayer en 1883, que señalaba que podía transmitirse entre plantas de manera similar a las infecciones bacterianas, no fue hasta 1939 cuando se obtuvieron las primeras imágenes del TMV a través del microscopio electrónico, realizadas por los doctores G. Kausche, E. Pfankuch y H. Ruska en Alemania.
- El último virus descubierto es un coronavirus, el 2019-nCoV, descrito en diciembre de 2019 en casos acontecidos en Wuhan, capital de la provincia de Hubei y la ciudad más poblada (11 millones de habitantes), en la zona central de la República Popular China. Este virus es el que trataremos y denominaremos a partir de ahora como nuevo coronavirus o Covid-19.
- Una importante característica es que los virus no son sensibles a los antibióticos, por lo que un intento de tratamiento con estos medicamentos resulta completamente inútil.
- Muchos virus son capaces de mutar, transformando su estructura, lo que hace que una vacuna sea útil únicamente para el brote epidémico en curso, teniendo que ser renovada cada año según la mutación del virus. Es el caso del virus de la gripe.
- Esta capacidad de mutación puede ser también la causa de que un virus que afecta habitualmente a animales u otros organismos vivos pueda ser transmitido de ese organismo al ser humano. Los coronavirus tienen esta propiedad, como ocurrió con el virus SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) en 2002 y el virus MERS (Síndrome Respiratorio Grave asociado a Oriente Medio) en 2012.
El nuevo Coronavirus, COVID-19
El primer caso de infección por COVID-19 se dio en el mercado Huanan de Wuhan, en cuyos establecimientos se venden animales vivos, como peces, mariscos, pollos, gallinas y otras especies salvajes.
- En el momento actual, no se conoce el mecanismo de transmisión del virus desde el animal de origen al ser humano, ni tampoco de qué animal se trata. Aún no se ha podido catalogar el género del coronavirus de Wuhan, si bien existen similitudes con coronavirus del género betacoronavirus, como son los virus del SARS y del MERS.
¿Cómo se transmite?
- El nuevo coronavirus se transmite entre humanos por contacto directo a través de las pequeñísimas gotas de saliva expulsadas al hablar, estornudar y toser.
- Asismimo, existe la posibilidad de que pueda transmitirse también a través de las propias manos y de objetos en los que los virus pueden permanecer activos durante horas.
- Basta con que una persona sana se lleve las manos a la boca, a la nariz o a las conjuntivas después de tocar el objeto infectado para inocularse el virus.
- Tampoco se descartan otras posibles vías de contagio. Se sabe que el COVID-19 aguanta poco al aire libre y que el frío y la humedad hacen que se mantenga por más tiempo.
- El nuevo coronavirus puede ser transmitido por personas en período de incubación de la infección, entre cinco y 20 días, según la OMS, y hasta 24 días, según un estudio realizado por investigadores chinos, lo que no se da en otros coronavirus, siendo muy superior su índice de contagio.
¿Cuáles son los síntomas?
- En la mayoría de los casos, la sintomatología corresponde a la de un proceso de gripe más o menos llamativo: congestión nasal, tos y fiebre, si bien ésta no está presente al inicio del cuadro en casi la mitad de los casos.
- También es frecuente sufrir dolor de cabeza y garganta, y malestar general, manifestaciones típicas de las infecciones virales, así como diarrea y pérdida de apetito.
- Las situaciones clínicas más graves, como un cuadro respiratorio grave, con dificultad respiratoria, neumonía atípica o insuficiencia renal, se encuentran en un porcentaje pequeño de los contagiados. Por lo general, se trata de pacientes que presentan un nivel inmunitario inferior al deseable, como ocurre en ancianos o en personas con una enfermedad previa.
- El diagnóstico de sospecha viene dado por la sintomatología y por la historia clínica del paciente, en la que se recoge información sobre posibles contactos directos o indirectos con personas procedentes de las zonas infectadas. Para la confirmación del diagnóstico, es preciso realizar exámenes complementarios a nivel hospitalario, tanto de diagnóstico por la imagen como serológicos.
- El tratamiento habitual será de soporte y el dirigido a paliar la sintomatología. Está descrito el tratamiento con medicamentos antivirales.
¿Se puede prevenir el COVID-19?
En la actualidad, diversas organizaciones trabajan en una vacuna, aunque su utilización no puede preverse antes de 18 meses, según la OMS. Aparte de las medidas de aislamiento, transporte, etc, que dependen de las autoridades sanitarias, resulta de gran importancia poner en marcha estas otras:
Evitar la proximidad, a menos de un metro, de personas que muestren síntomas, aunque solo sean de resfriado común, incluyendo la tos y el moqueo, en especial, si la sintomatología es grave (neumonía).
Cubrirse la boca con un pañuelo o el antebrazo en caso de tos o estornudos.
Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, frotándolas durante 20 segundos, por lo menos.
Evitar llevarse las manos a los ojos, la nariz o la boca sin lavárselas previamente, con la doble finalidad de evitar el propio contagio y la difusión del virus.
Utilizar en lo posible una solución antiséptica con base de alcohol para extenderla en las manos.
El uso de cubrebocas, según la OMS, se considera una medida por sí sola insuficiente para proteger de la transmisión de infecciones respiratorias, y promueve el miedo y la discriminación de personas.
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