Estenosis del píloro, ¿cómo afecta al bebé?

La estenosis del píloro es el estrechamiento de la válvula (llamada píloro) que cierra el paso entre el estómago y el intestino. Es decir, en el píloro aparece una hinchazón en forma de aceituna que impide el paso del alimento del estómago al intestino del niño.

La estenosis del píloro suele tener una incidencia del 1-3%. En general, los niños la padecen más que las niñas. El problema se manifiesta entre los primeros 20-50 días de vida del pequeño.

Cuáles son sus síntomas

• El píloro se engrosa y adquiere la forma de aceituna, lo cual enlentece el paso del alimento del estómago al intestino.
• El primer síntoma son los vómitos, violentos y a chorro. Al principio, los vómitos son esporádicos y, más tarde, se producen después de cada comida.
• Las heces son de tamaño pequeño.
• Normalmente, el niño sigue teniendo buen apetito pero, con el paso del tiempo, se produce una parada en su crecimiento.
• En los casos más graves, se presentan señales de deshidratación.
• El niño se muestra irritado y tiene hambre después de haber comido.
• Suele tener dolor abdominal y su abdomen se mueve, como resortera, poco después de haber comido y justo antes de vomitar.

Cómo se diagnostica

Durante el examen físico, el pediatra puede detectar un bulto, como del tamaño de una aceituna en el abdomen del pequeño. Si es así, ya no realizará ninguna prueba más. De lo contrario, hará una ecografía que suele permitir un diagnóstico seguro.

En algunos casos, sin embargo, se debe recurrir a una prueba más específica. Esta prueba consiste en que el niño beba un líquido especial, que luego se verá en los rayos X mientras pasa por el estómago y por el intestino. Así se podrá ver con certeza si el líquido bebido puede o no salir del estómago a través del píloro.

Tratamiento de la estenosis pilórica

Una vez diagnosticada con exactitud la estenosis pilórica, es necesario realizar una cirugía al pequeño para corregir el problema.

La intervención no es complicada. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos niños, debido a los vómitos repetidos, están muy deshidratados. Por tanto, antes de la intervención, es necesario proporcionarles los líquidos necesarios para no correr riesgos.

En algunos casos, incluso durante la intervención, es necesario administar líquidos al pequeño por vía endovenosa.

La cirugía, paso a paso

• Antes de intervenir, no hay que administrar leche al niño durante, al menos, seis horas. De este modo, evitan posibles vómitos.
• Este tipo de cirugía requiere anestesia general. Una vez anestesiado, el cirujano practica al pequeño una incisión en el lado izquierdo del abdomen, un poco más arriba del ombligo.
• Desde ahí, el cirujano procede a realizar una piloromiotomía, que consiste en hacer una incisión en la parte más ancha del píloro. De este modo, se permite el paso de los alimentos del estómago hacia el intestino.
• Pasadas unas horas, el pequeño ya podrá comer nuevamente. Se recomienda empezar muy despacio y en pequeñas cantidades.

Cuándo dirigirse al pediatra

Hay que dirigirse al pediatra en los siguientes casos:

• Si en la regurgitación hay restos de sangre.
• Cuando el bebé regurgita, tose y parece estar sofocado.
• El niño no crece regularmente.
• Se lamenta constantemente.
• Vomita a chorro, en algunas ocasiones.  

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